La literatura universal despide a uno de sus más grandes exponentes: Mario Vargas Llosa. Premio Nobel, humanista, intelectual comprometido… y también, defensor valiente de la Tauromaquia.
Su vínculo con el toreo fue mucho más que una afición, fue una convicción cultural, estética y ética. Lo dejó escrito con claridad: “El toreo es una ceremonia que exige de quienes la practican una forma de heroísmo […] El toro debe ser tratado como se trata una obra de arte, con respeto, con amor.”
A Vargas Llosa no le tembló el pulso al defender la Tauromaquia cuando tantos callaban. Lo hizo desde la palabra escrita, pero también con su presencia. Participó en “La última lidia”, un documental que reúne voces a favor y en contra del toreo, y que plantea un debate sereno y profundo sobre su dimensión cultural. En esa obra, compartió espacio con nuestro querido amigo y miembro del Capítulo de la Fundación Toro de Lidia en Albacete, Javier López-Galiacho.
Y fue precisamente nuestro Capítulo quien promovió el brillante estreno de La última lidia en Albacete, en noviembre del 2023, llenando el auditorio de la Diputación Provincial y convirtiendo aquella noche en un acto de compromiso con la libertad y la cultura.
Hoy, desde Albacete, desde el Capítulo de la Fundación y desde nuestra afición agradecida, rendimos homenaje a un hombre que entendió la Tauromaquia como lo que es: un arte libre, ancestral y profundamente humano; a un autor inmortal, a un intelectual íntegro, a un taurino de alma y palabra. Su legado no solo habita en los libros, también en las plazas, en los callejones.
Vargas Llosa no solo forma parte de la historia de la literatura: también ocupa ya un lugar en la historia de quienes defendemos que la cultura taurina merece ser contada… por voces tan altas como la suya.
Gracias, D. Mario. Que allá donde esté, no le falten faenas eternas.