En 1991, Fernando Vinyes (periodista, crítico taurino, caricaturista…) publicó “México, diez veces llanto” un libro en el que su amor por México y la relevancia de los toros en el país azteca se vehiculaba en diez tragedias ocurridas en sus ruedos. Vinyes, fallecido en 1999, también escribió de toros en su Barcelona natal, de los festejos en Las Arenas y La Monumental y no llegó a ver el oprobio de la sucesión de acciones políticas contra el toreo, como aquella tan chusca en 2004 en la que su Ayuntamiento la declaró “ciudad contraria a las corridas de toros” o , claro, al prohibición taurina de 2010 tras votación en el Parlament, luego revocada por el TC pero…
Estos días se ha conocido la resolución de la Suprema Corte de México por la que la Plaza México podrá volver a dar toros , tras la suspensión de actividad desde mayo de 2022 en virtud de sentencia del Juez Bass, que atendió la impugnación al Reglamento taurino del Distrito Federal, presentada por la Asociación Justicia Justa y auspiciada por entidades animalistas como AnimaNaturalis Una resolución que si bien permite la organización de festejos taurinos en La México queda pendiente de fallo definitivo y que no afecta a otros contenciosos jurídicos en otras zonas del país, como ocurre ahora en Guadalajara.
Los aficionados y profesionales mexicanos, muchos de ellos concentrados ante la Suprema Corte, han celebrado una decisión que pese a la provisionalidad jurídica augura que la temporada en la Plaza México 2023-2024 podrá realizarse, aunque sea con un reducido número de festejos dada la premura en los tiempos.
Desde la Barcelona sin toros y más aún ahora en el que el siempre esquivo a la cuestión taurina Ministerio de Cultura tiene al frente a un ferviente antitaurino, catalán para más señas, lo ocurrido en el DF se mira con alegría y también un poso de nostalgia, quizás rabia, con La Monumental cerrada al toreo.
Una batalla, la de reabrirla a lo que es su razón de ser, que hoy por hoy parece perdida, no solo- decíamos- por lo que pueda hacer o dejar de hacer con la tauromaquia en España el Ministro Urtasun, sino por el silencio y dejación de quien tiene la Ley de su parte, el empresario Pedro Balañá Mombrú.
Balañá sigue guardando un estruendoso silencio y no parece que aquel “de momento, no” de 2016, que fue su respuesta a la pregunta de cuando volvería a dar toros en su plaza, pues el TC lo dejaba en sus manos, se vaya a revertir.
Tampoco ¡ay! los estamentos taurinos hacen nada por la causa, siguen con su mutis por el foro y así, entre unos y otros, continúa el desamparo de la afición catalana.
La México volverá a dar toros por una resolución judicial y La Monumental de Barcelona sigue sin ellos pese a una resolución judicial. Una paradoja, tal vez una traición.
