La subasta de hierros en la que se ha sumergido la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia está dando para mucho. Entre la aclaración de Alipio Pérez-Tabernero de que son sólo los derechos de la Unión lo que se vende de su hierro y la compra de Fermín del hierro de Pérez de la Concha ha estado el avispero moviéndose. Y mucho, porque lo cierto es que no es Fermín Bohórquez quien ha comprado el hierro de Pérez de la Concha, sino José Antonio Morante de la Puebla, que es quien está detrás de la operación.
Ha sido Fermín quien ha comprado el hierro porque fue uno de los que sacó a subasta interna la institución, y el gaditano tenía prioridad por contar con el hierro que lleva su nombre en la RUCTL, así como el hierro de Fuente Rey. No así Morante, que no hubiera tenido acceso a la venta de no ser a través de un tercero, que en esta ocasión ha sido su amigo Fermín. Pero lo cierto es que el cigarrero tenía la ilusión de comprar el hierro de la ganadería donde toreó por primera vez por una cuestión romántica.
Morante tiene previsto instalar su nueva ganadería en la finca que tiene en Utrera, Malvaloca de nombre, a donde trasladará las vacas y sementales de Alcurrucén que ha adquirido para emprender su nueva aventura ganadera, esta vez un poco más en serio. De hecho, fue para vender unas vacas bravas de procedencia Dolores Rufino para lo que hizo el negocio con Goyo Quintas en la famosa foto de Instagram.
De esta forma, se desmiente la leyenda urbana de que Morante había comprado reses de Goyo Quintas para emprender una línea ganadera con esta rama. De hecho, el negocio con los Lozano está cerrado, por lo que será la rama de Núñez la elegida por el genio de la Puebla para convertirse en ganadero, hecho que se producirá en escasas fechas.