LUNES DE RESACA

¿No le da vergüenza, señor Rufián?


lunes 31 octubre, 2016

¿No le da vergüenza, señor Rufián, desnortar totalmente su izquierda radical y agarrarse al antitaurinismo como arma de combate? Más que vergüenza, pena…

¿No le da vergüenza

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

Usted,
que
atacó soberanamente al toreo hace unas horas, no sabe sino basar en
preguntas retóricas y afirmaciones cortas su discurso. Yo lo voy a hacer
también. No tuiteo, no soy guay, pero sí ataco a quien me ataca. Y usted atacó
a todos los aficionados a los toros en un discurso asqueroso, mugriento,
cochambroso, nauseabundo, vomitivo, corrompido, infecto, deshonesto. En un
discurso repugnante. Y mentiroso. Un discurso adjetivado como rufián –entiéndase
según la RAE por vil y despreciable que vive del engaño y de la estafa-.

¿No le
da vergüenza, señor Rufián, «defender» los toros -animales- pero no hacerlo con las víctimas del
terrorismo?

¿No le
da vergüenza, señor Rufián, no pensar siquiera ya no en los españoles, sino en
un propio votante de Esquerra? ¿Se sentiría orgulloso de sus palabras? Piénselo
fríamente…

¿No le
da vergüenza, señor Rufián, defender a un asesino y tildar de éste a quien
ejecuta un espectáculo legal y rentable para el Estado? ¿No le da vergüenza confundir
términos? ¿No le da vergüenza que su vocabulario y su falta de criterio sean
objeto de venganza por sus enemigos precisamente por ese cariz ignorante de sus
palabras?

¿No le
da vergüenza, señor Rufián, desnortar totalmente su izquierda radical y agarrarse
al antitaurinismo como arma de combate? Más que vergüenza, pena…

¿No le
da vergüenza, señor Rufián, hablar del «régimen del 78» cuando
cualquier político de entonces tenía más nivel que usted?

¿No le
da vergüenza, señor Rufián, que España piense que mil Iscariotes en el Congreso
son mejores que un sólo fariseísta predicando mentiras?

No sé
si en el Parlamento francés, en la Cámara italiana, en el Parlamento Federal
alemán, en el Parlamento inglés o en el Riksdag sueco se permitiría este tipo
de discurso, pero más allá de los toros, el sábado concordaron político y
apellido en aquellos cinco minutos de discurso.