EL TENDIDO DE LOS SASTRES

Pablo Aguado torea poesía


viernes 25 marzo, 2022

Fue abrirse de capa el sevillano cuando salió el tercero de la tarde y romper un rayo de sol en la tarde gris

Aguado (7)

Metida la tarde en agua, como toda la Feria de la Magdalena, como antes la de Fallas, Pablo Aguado abrió faena en el tercero y salió el sol. El sol del toreo, para ser exactos, que ya había hecho un conato de aparecer en el que abría plaza, con Morante y, algo atenuado, en el primer turno de Emilio de Justo. Pero fue citarlo Aguado, genuflexa la figura para llevarlo con mando y mimo por uno y otro pitón y… pues eso, que salió el sol.

Bajo el agua y sobre el fangoso albero, Aguado toreó poesía. Llámenme cursi. La rima perfecta llegó en un trincherazo que fue caricia. ¡Qué estremecimiento, qué fulgor! Así torea –cuando la ocasión se tercia– Pablo Aguado.

Vivimos un sinvivir, un sobresalto continuo, una agitación permanente, una tristeza infinita, un caos.Y en eso que llega Pablo Aguado y, desde la fugacidad eterna del toreo, ilumina las tinieblas del alma.