EL TORO DE LA MERIENDA

¿Se acuerdan del Corpus?


lunes 20 abril, 2015

Un injusto estigma pesa hoy y a partir de ahora sobre Pepe Moral

Un injusto estigma pesa hoy y a partir de ahora sobre Pepe Moral

¿Se acuerdan
del Corpus? Pues Pepe Moral le plantó
cara con la misma entrepierna al tercero de hoy
. Con la misma. Tuvo valor
para apostar por ese Cortado
corto de manos, fino de cabos, recogido de caja y serio de
expresión y le plantó cara con la misma estructura con la que enamoró al
Baratillo aquella tarde en la que Sevilla estaba sumida en la gloria
eucarística. Y La Maestranza, que estaba
pensando en «pescaítos» entre el «alumbrao», se enfrió en
una estocada que de haber sido efectiva hubiera significado dos cosas: un doble
trofeo y una segunda parte del estigma del Corpus que Moral lleva sobre sus
hombros desde aquel mes de junio.

Doble trofeo a la madurez de una tanda
a diestras que rebasó los límites arqueológicos de lo que el concepto
«bajar la mano» lleva consigo; doble trofeo a un ligazón que pocas
veces ha visto la Hispalis del ligue taurómaco; doble trofeo a la garra de un
palaciego que sabe lo que es joderse sin torear en años y, a la par, torear sin
jodidos olés tras romperse la higadilla hoy en el albero maestrante; y doble trofeo de entrepierna que son los
huevos que le ha echado Moral a la de Torrestrella.

Fue mala espina la de un Ferrera en el sitio pero sin sitio ante
embestidas cortas, insulsas para el toque suave y decidido de un torero que
está en el camino de quince años siendo él mismo
. Lo fue en un recibo al primero en el que el alma
se le escapó por la raja de la chaquetilla para enhilarse en verónicas de
corazón torero; lo fue en dos pares de gloria que el Maestro Tejera, cual palio
abrileño sobre la Caridad del Arenal, meció y compuso para que La Maestranza se
sintiera torera; y lo fue una chicuelina que quedó en el camino de algo grande
cerrado por voluntad. Ese fue el Ferrera que Sevilla quería ver, aún sin toro. No
lo tuvo un Fandiño que tiene por delante una miurada sobre la que ser él mismo,
el que desde la encerrona de Madrid no ha visto el toreo. Tiene tiempo.

¿Se acuerdan del Corpus? Pues hoy Moral anduvo
igualito. Sólo que Sevilla ya lo trata diferente. Ha cambiado de status, pues, para el público del Baratillo, que no para
el Arenal empresarial del sistema. Ese es el injusto estigma que hoy y a partir
de ahora pesa sobre Pepe Moral.