EDITORIAL

Simón Casas pide amnistía para la tauromaquia en Cataluña


miércoles 8 noviembre, 2023

Se han cumplido este 2023 doce años sin corridas en la Monumental por una prohibición del Parlament que luego fue levantada ya que era anticonstitucional.

Simón Casas
Simón Casas. © Plaza 1

En las últimas semanas, Simón Casas ha abierto la puerta a una nueva red social: Instagram. A través de su nueva cuenta, está sacando a la luz un rico e importante archivo hasta ahora desconocido para el toreo. Y también sus reflexiones filosóficas, ya que además de productor y torero, Casas ha sido periodista y escritor.

Este mismo martes, en el que se han sucedido disturbios ante las sedes del PSOE de distintas ciudades españolas en contra de la pretendida amnistía a Puigdemont con la que Pedro Sánchez quiere formalizar el pacto de gobierno con el partido catalán, Simón Casas pedía amnistía… pero para la tauromaquia en Cataluña. Se han cumplido este 2023 doce años sin corridas en la Monumental por una prohibición del Parlament que luego fue levantada ya que era anticonstitucional. Pero pasaron los meses, los años, y Balañá sigue mudo. Hasta que habló, con voz queda, para decir que, dar toros “de momento, no”. Y en ese momento interminable seguimos.

Aquel 25 de septiembre de 2011, el gentío sacaba a hombros a Juan Mora, José Tomás y Serafín Marín. muchos cientos guardaban en sus bolsillos arena del ruedo y otros tantos lloraban abrazados a sus compañeros de tendido tantos años. Era la última corrida en Catalunya, la última en La Monumental de Barcelona, la última Mercè con toros. El final- o no- de una historia secular, memoria sentimental y cultural de un pueblo que los nuevos inquisidores decidieron arramblar.

Pero ya meses, años antes, unos cuantos, con un loco maravilloso al frente, Luis Mª Gibert (y, antes y con él, Juan Segura Palomares) empezaron una batalla en la que contaron con muy pocos aliados. Quijote y Sancho, Sancho y Quijote contra los molinos de viento de la intolerancia, la manipulación, la política…Y, con ellos, un ejército de voluntarios con las únicas armas de la afición (taurina) y el voluntarismo para defender causas perdidas, que son las mejores.

Entre la incomprensión, la insolidaridad, la inacción e incluso cierto pitorreo del propio “sector” taurino, Gibert y sus huestes consiguieron en sólo unos meses  recoger por la geografía española,  en forma de ILP, más de medio millón de firmas contra la prohibición del Parlament. De ahí a su trámite en el Congreso de los Diputados, donde fue rechazada y, después llevada al Tribunal Constitucional, que acabaría derogando la prohibición.

Un pueblo, una afición que sigue en pie, y para la que ahora, cuando se pretende amnistiar a quien se saltó la ley con una consulta ilegal, Simón Casas pide también la amnistía.