Ha sido el primero en golpear, sin duda. También lo necesitaba. Alejandro Talavante ha anunciado cuatro tardes en San Isidro y se ha apuntado a lo que llaman duras -aunque no haya nada más comercial que Adolfo Martín en este momento de la tauromaquia-. Pero no es menos cierto que lo necesitaba. A Alejandro no le valía regresar para matar una de Juan Pedro y volver a su madriguera, porque venimos de un año en el que un tal Morante se ha echado el toreo a la espalda. Y las circunstancias exigen que el que regrese lo haga para aportar. Si no, es mejor que no lo haga. Y el extremeño ha querido dejarlo claro.
Por eso ha decidido pegar el primero de pecho de un San Isidro que se augura ‘divertido’. Tanto en el ruedo como -sobre todo- en la confección de unos carteles en los que todo el que pretenda ejercer de figura tendrá que dar la impresión -por muy falsa que les parezca- de asumir retos y responsabilidades. Eso fue lo que provocó el ‘desmelene’ de José Antonio el pasado año. Y eso es lo que pretende también un Talavante que ya anunciado cinco tardes esta temporada. En el mes de enero. Y todas en plaza de primera categoría.
A esto, por supuesto, hay que sumar lo que tiene guardado el de La Puebla para Madrid en un año en el que tiene seis compromisos como seis soles en la arena del Baratillo. Pero el toreo le debe una Puerta Grande en Las Ventas, aunque sólo sea por figurar en las estadísticas, aparte de en la historia. Y su pugna con un Talavante que es ‘consentido’ de la primera plaza del mundo puede ser mítica. Y lo de perseguir a un mito no es nuevo para Alejandro.
Talavante pone un San Isidro muy caro para la empresa
El paso que ha dado el extremeño significa, además, que pondrá un San Isidro muy caro para la empresa. Empezando porque ni él ni Morante son toreros baratos. Y terminando por lo que se inventen las demás figuras para mantener su estatus y ponerle precio en el despacho de Rafa Garrido. Pero no es fácil que Plaza 1 escatime en el último San Isidro de su primer concurso, porque querrá dejar un recuerdo grato a los que tengan que elegir su propuesta entre todos los pretendientes que tendrá el concurso.
Para ello es vital construir un abono atractivo que recoloque el número de abonados al menos en los niveles prepandémicos, que no será tarea fácil, dado el número de fallecidos por COVID estos dos años. Y, hoy por hoy, en esa oferta deben entrar toreros como Morante y como Talavante, que lo ha comprendido después de su única actuación de 2021 en el Coliseo francés de Arles. Por eso viene a competir. Y se ha apresurado a dejarlo claro. Igual que -a lo mejor- se han apresurado otros a anunciar la vuelta de José Tomás en Granada.
Y no porque no sea posible, que lo es, sino por ponerlo mano a mano con Curro Díaz y no percatarse de que el jiennense va por detrás en alternativa del de Galapagar, que no creo que a estas altura, y pudiendo exigir, vaya a ponerse a abrir carteles. Aunque, puestos a asumir compromisos, que es de lo que estamos hablando…