EL EXILIO INTERIOR

Urtasun miente; urge responder


viernes 3 mayo, 2024

Sería importante y necesaria una respuesta masiva y, en ella, discursos y acciones que no solo manifiesten la repulsa a la tropelía de Urtasun sino que marquen líneas de acción unitarias.

Urtasun
Urtasun en una reunión con el Gobierno de C-LM.

Que un político mienta no es, desgraciadamente, algo nuevo o inusual y, por eso, no sorprende pero sí indigna que el comunicado del Ministerio de Cultura, con el ínclito Ernest Urtsaun a los mandos, justifique (sic) la tropelía -¿acaso prevaricación?- que supone la eliminación de la Tauromaquia de los Premios Nacionales que otorga a las distintas disciplinas artísticas que le competen y a las que debe protección y difusión.

Al tan repetido mantra tal que, entre otros, “la población está en contra del maltrato animal” o que la asistencia a espectáculos taurinos va en continuo descenso, añade una mentira que– a la gobbeliana manera- muchos acaban aceptando como verdad. “Las corridas de toros están prohibidas en Canarias y Cataluña”. Falso de toda falsedad.

Lo de Canarias parte de la Ley de Protección de los Animales aprobada en 1991 por su Parlamento y que  en ningún punto de su redactado menciona la tauromaquia. Otra cosa es que en el Archipiélago, por distintos motivos, el de los costes el principal, no se dan festejos taurinos desde 1987, la última en Santa Cruz de Tenerife.

Pero es que además, la resolución del Tribunal Constitucional de 2014 que derogaba la prohibición taurina catalana de 2010 es fácilmente aplicable en sus criterios a Canarias. Todo ello reforzado con la declaración de la Tauromaquia como Patrimonio Cultural Inmaterial.

El Premio Nacional de Tauromaquia, instaurado en 2013 y con Paco Ojeda como primer galardonado, fue una primera consecuencia, más simbólica que transcendente del paso, en 2011, de la Tauromaquia del Ministerio de Interior (Pérez Rubalcaba) al de Cultura (Ángeles González Sinde), una antigua reivindicación del sector taurino, algo así como la panacea para superar todos los males. Tó pa ná, visto lo visto.

Ahora Urtasun se lo carga, pero, me temo, solo es un primer paso para lo que está por venir y que requiere una contundente respuesta de profesionales y aficionados taurinos.

El próximo día 16 de mayo se celebra el recién instaurado Día Internacional de la Tauromaquia y en distintas ciudades españolas se convocan actos. Uno de ellos en Barcelona, en La Monumental cerrada al toreo.

Sería importante y necesaria una respuesta masiva y, en ella, discursos y acciones que no solo manifiesten la repulsa a la tropelía de Urtasun sino que marquen líneas de acción unitarias en un combate que, con la ILP antitaurina en marcha y las mayorías políticas en el Congreso alineadas con ella, se antoja más duro y decisivo que nunca.

El envite vale la pena, no solo es el toreo, es la libertad lo que está en juego.