JAVIER
FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: PALOMA AGUILAR
Destacó
Antonio Chacón esta tarde en Madrid ante seis zambombos de Parladé que, sin ser
malos, tampoco terminaron de ser buenos. Sí lo fue un gran quinto, de excelente
pitón izquierdo aprovechado por Fandiño en las dos primeras series en redondo
pero a menos en la siguiente parte del trasteo. Antonio Chacón, que esta
temporada debuta en las filas de José Garrido, fue el nombre más destacado del
festejo.
Se
encargó de picar Alventus al grandón primero de Parladé, un toro que embestía
como un tren ya en el capote de Manuel Rodríguez «Mambrú”. Tras recibir Juan
José Padilla a portagayola al animal, el jerezano recibió una feísima voltereta
en el primer par de banderillas. El toro hizo por él justo en el momento del
embroque, esperándolo tras frenarse y encunándolo poco después. Momento
dramático el que vivió la plaza de Las Ventas del que se repuso pronto Padilla
gracias también a la rápida acción de su cuadrilla. Al cuarto lo picó Justo
Jaén, lo lidió Daniel Duarte y también lo pareó el propio Juan José Padilla.
No tuvo
celo el segundo cuando acudió al caballo de Juan Melgar y a la lidia siempre
efectiva de Diego Ramón Jiménez. No destacó brillantemente Iván García en esta
ocasión como sí lo ha hecho ya en la Feria, y efectivo y rápido se mostró
Víctor Manuel Martínez. Con el quinto, de 649 kilos de romana, Rafael Agudo
dejó dos puyazos ante el humillador, que metía la cara con nobleza en el peto.
Iván García lo lidió, abriéndosele el par a Diego Ramón Jiménez en su primera
colocación.
Aitor
Sánchez picó al tercero, al que lidió excelentemente Antonio Chacón, llevándolo
en línea recta y a su altura, sin pretender obligarlo en ningún momento y siempre
a favor de su tranco. Javier Valdeoro anduvo bien con un toro que le echó la
cara arriba en el embroque, yéndoseles en el siguiente par a José María Amores
los palitroques muy abajo ante un toro con movilidad. Ya en el cierraplaza, al
que lidió Javier Valdeoro, el toro pronto permitió a Antonio Chacón gustarse en
sus pares y, a pesar de no ser ovacionado por Madrid, sentirse torero en la
conjunción con el animal.
