LA CRÓNICA DE PLATA

El drama milagroso de Héctor Piña


domingo 8 mayo, 2016

Un momento dramático tuvo, el protagonizado por el picador Héctor Piña –en las filas de Morenito de Aranda- en el quinto toro de la corrida

Un momento dramático tuvo, el protagonizado por el picador Héctor Piña –en las filas de Morenito de Aranda- en el quinto toro de la corrida

JAVIER
FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: PALOMA AGUILAR

Una
corrida anodina fue la que vivió hoy la plaza de toros de Las Ventas, que a
punto estuvo de suspenderse y que, si no se hizo, fue por la gallardía de tres
toreros y otras tantas cuadrillas que decidieron tirar hacia adelante con un
festejo del que el primer capítulo fue lo mejor. Un momento dramático tuvo, el
protagonizado por el picador Héctor Piña –en las filas de Morenito de Aranda-
en el quinto toro de la corrida. Hizo por él tras derribarlo y afortunadamente
todo quedó en un susto.

Picó
Francisco Ponz «Puchano” al primer toro de la tarde, un astado bajo de agujas,
serio, que colocó bien la cara en el primer puyazo a pesar de darle mucho. Más
suave fue la segunda vara antes de la lidia de Rafael González y los pares
acompasados de Rafael Viotti e Ismael González. Con el zambombo cuarto toro,
que se llevó un buen puyazo que le vino bien de Paco María, se lució éste
siendo ovacionado por el respetable. Lo lidió Viotti.

Francisco
José Quintas se encargó de picar al primer toro del lote de Morenito de Aranda,
que casi lo descabalga en la primera vara y, quizá, se quedó el de Montealto
ayuno de un puyazo más que acusaría posteriormente en la muleta de Jesús
Martínez. Lo lidió Martín Soto y fáciles anduvieron palitroques en mano José
Manuel Zamorano y Pascual Mellinas, perdiendo pie éste último en el estribo y
protagonizando un feo momento. También fue dramático el de Héctor Piña en el
quinto, que cayó de boca contra el toro y a punto estuvo de cornearlo, saliendo
afortunadamente enseguida del peligro el piquero. Lo lidió José Manuel Zamorano
y lo banderillearon Pascual Mellinas y Rafal González puesto que Martín Soto
debió pasar a la enfermería al sentirse indispuesto.

En el
tercero, Marcial Rodríguez dejó dos buenas varas a un toro que era una
auténtica pintura. Roberto Martín «Jarocho” anduvo torero, al igual que el
andar parsimoniosos de José Ángel del Saz y la lidia de «Venturita”. Debieron
hacerlo todo en el sexto, que se tornó tras los puyazos de Manuel José Bernal
peligroso en banderillas. Lo lidió Jarocho.