LA CRÓNICA DE PLATA

Espectáculo de Raúl Ruiz, Fernando Sánchez y Francisco Vallejo para cerrar Feria


domingo 5 junio, 2016

¡Qué grandiosidad la de unos profesionales que el público generalista está ahora comenzando a valorar y que se dejan la piel los doce meses del año por un momento de gloria!

¡Qué grandiosidad la de unos profesionales que el público generalista está ahora comenzando a valorar y que se dejan la piel los doce meses del año por un momento de gloria!

JAVIER
FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: PALOMA AGUILAR

¡Qué
gran espectáculo de plata esta Feria de San Isidro! ¡Qué grandiosidad la de
unos profesionales que el público generalista está ahora comenzando a valorar y
que se dejan la piel los doce meses del año por un momento de gloria! ¡Qué lujo
el de Raúl Ruiz, Fernando Sánchez y Francisco Vallejo con la corrida de Miura
que hoy cerró San Isidro! Más allá de emociones exageradas en lo que supone en
esta crónica la conclusión a un gran mes de toros en lo que a la plata se
refiere, hoy tres hombres se jugaron el cuello por elevar a los altares la
dignidad de la vocación que profesan.

«Tablillero”
llevaba por nombre el primero de la tarde, que estuvo atento a todo lo que se
movía en el ruedo. Al salpicado, que se mostró reticente al capote que le
planteó Rafaelillo, lo picó Agustín Collado mientras que Esquivel guardaba la
puerta, no agarrando bien en el primer encuentro y haciendo cosas de poca
entrega que, unidas a la blandura, levantaron las primeras protestas en el
tendido. Fue devuelto. «Tabernero” llevaba por nombre el sobrero y las dos
veces el toro se arrancó al caballo lo hizo derecho, pero mostrando
posteriormente flojedad en el peto. Un tremendo susto se llevó el subalterno
José Mora, que fue prendido contra las tablas en un momento de angustia.
De
Valdefresno era el cuarto, un sobrero que parecía más un buey que un toro. Sin
nada de cuello, cinqueño y con 560 kilos de peso era un toro con aspecto de
buey que perdió las manos en el jaco de Esquivel, pero no lo cambió el
presidente. Con efectividad parearon Álvaro Oliver y Pascual Mellinas entre la
lidia de José Mora.

De
imponente estampa era el segundo, un salpicado con la cara ancha, que fue
barbeando tablas de salida. Se justificó el toro en el caballo de Fernando
Sánchez para que en la lidia de Lipi y los pares de Marco Galán y Fernando
Sánchez no terminase de humillar. No remataba su embestida en el vuelo final
del capote de Marco Galán, como tampoco humilló en el primer par de José Luis
López «Lipi”. Le dio tiempo Galán en un capotazo largo antes de un
grandioso par de Fernando Sánchez ovacionado por el respetable. No cambió el
tercio a pesar de que el toro tenía cuatro palos, por lo que debió entrar de
nuevo en suerte Fernando Sánchez para ser ovacionado finalmente con un
extraordinario par de banderillas, provocando el toro la embestida y cuadrando
en la cara en ese momento el toledano. Importante el torero.

Más
cerrado de pitones, más entipado que sus tres hermanos anteriores y fino de
cabos era el Miura tercero. En el caballo no humilló del todo pero no hizo
cosas feas, dejándose pegar en el peto de Valdeolivas. Lo dejaron abierto y
acudió con presteza al caballo en la segunda vara, midiendo el picador el
castigo. De lejos se le arrancó el sexto especialmente en el segundo puyazo a
Francisco Vallejo, un toro con buen tranco al que picó en esa distancia –aunque
un punto bajo rectificando rápidamente- pero con emoción y transmisión al
tendido. De nuevo en una tercera vara lo dejó el torero gaditano, haciendo del
tercio todo un espectáculo, con el toro empujando en esa vara. Gracia tuvo el
par de Raúl Ruiz, entre la lidia de Juan Contreras, que se dejó ver en el
primer par y en el tercero, aunque sólo clavase uno.