PLATA DE LEY

Huellas que deja la memoria


sábado 6 mayo, 2017

Con la corrida de El Pilar, de caras muy toreras, hechuras primorosas y una bravura enclasada de nota, tocaron el cielo las cuadrillas que a las seis y media trenzaban su particular paseíllo.

Con la corrida de El Pilar, de caras muy toreras, hechuras primorosas y una bravura enclasada de nota, tocaron el cielo las cuadrillas que a las seis y media trenzaban su particular paseíllo.

PABLO LÓPEZ RIOBOO / FOTOGALERÍA: MATITO

El ocaso de la feria iba poco a
poco tomando cuerpo, los vencejos que revolotean por la Maestranza se iban
dando cuenta que el ciclo taurino sevillano estaba tocando a su fin. Se nos
iba lentamente de la manos una feria que se ha saldado con nota en el elenco de
picadores y banderilleros. Con la corrida de El Pilar, de caras muy toreras, hechuras primorosas y una bravura enclasada de nota, tocaron el cielo las
cuadrillas que a las seis y media trenzaban su particular paseíllo.

Y salió por la puerta de
Chiqueros ‘Bellito’, un toro fino, bajo, de una armonía en sus hechuras que
invitaban a torear, un animal que llevaba la bandera de la clase en sus
embestidas, un toro que hizo honor a la divisa verde y blanca por la que tanto
llevan luchando la familia Fraile. Se arrancó con celo al jaco, recibiendo dos
puyazos más que interesantes por parte de Ángel Rivas, mejor el segundo, más
reunido. Ovacionado resultó el piquero mientras que los allí presentes sonreían
y se miraban ilusionados por lo que se atisbaba en el ruedo. La lidia de
Domingo Siro tuvo el denominador común del trazo suave y el bamboleo capotero,
ese cimbreo y ese toque siempre a tiempo casi imperceptible que hacía que el
toro se fuera tras los vuelos. Con las banderillas hay que destacar el gran par
de Arruga, citando siempre en torero y clavando en la misma cara, par de gran
riesgo por la exposición que tuvo. Vicente Osuna estuvo más voluntarioso que
lucido en dos pares desiguales, en los que siempre citó dando el pecho e
intentando clavar en la misma cara. Hoy no le salieron las cosas como hubiéramos
deseado.

Volvieron a mostrarse como ya es
habitual de forma solvente la cuadrilla del jerezano Padilla. A nadie le parece
extraño que casi tarde tras tarde resuene el nombre de Mambrú entre los
destacados. Su suave y medida lidia al primero bien vale el reconocimiento. En
el cuarto, un toro de una profundidad exquisita pudimos ver a un Duarte que le
dio suavidad al lance, dándole ritmo y ayudando a embestir al animal. Su capotazo
para dejar al toro en suerte antes del primer encuentro al jaco duró media
hora. Con la vara salió ovacionado Justo Jaén ante el que hacia cuarto, dos
puyazos tan bien medidos como colocados. El de El Pilar se empleó y peleó con
clase en el peto.

En quinto lugar salió por
chiqueros un toro para soñar el toreo, un animal venido de Salamanca en el cual
pudimos ver un gran tercio de varas a cargo de J.M.González. El de El Pilar,
franco y bravo acudió con gran celo al caballo, dos varas arriba, en su sitio,
le valieron la ovación por parte de Sevilla a un González que hacía su segundo paseíllo
en el coso Hispalense. Una pena que el toro se partiera la mano en banderillas,
se atisbaba cante grande por parte de Antonio Ferrera. Con la capa tanto en
este quinto como en el segundo mostraron el momento por el que atraviesan tanto
Vicente Osuna Como Montoliú.