JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO /
FOTOGALERÍA: PALOMA AGUILAR
Víctor Manuel Martínez vivió la parte amarga y cuasi
gloriosa del toreo en la octava de la Feria de San Isidro. A punto estuvo de
herirle un prenda quinto con mucha guasa al que le clavó un par de banderillas que,
entre el capricho presidencial por cumplir un reglamento que ayer mismo se pasó
por donde quiso su compañero del palco, tuvo que poner. Y lo hizo con la
gallardía plateada con la que también Ángel Otero triunfó en la primera plaza
del mundo. Y van dos de dos del subalterno de David Mora esta Feria.
Por empezar en orden y siguiendo con los hombres de Fandiño,
bien le embistió al capote de Fandiño segundo, dejándose pegar en el peto de
Rafael Agudo especialmente por el pitón derecho, pero se cayó tras pasar por el
jaco y lo devolvió la presidencia. Decidió correr turno Fadiño y salió el toro
quinto, un animal que se cayó en las telas de Fandiño ya de salida y pegó
gañafones en el caballo, sin entregarse ni emplearse en ninguno de los dos
puyazos, que además fueron leves. Al relance acudió el quinto al caballo que
montaba Juan Melgar, protestando muchísimo en el caballo e incluso poniéndole
la cabeza en el mismo pecho al picador. Jarocho y Víctor Manuel Martínez
pasaron las de Caín para ponerle los rehiletes al animal, cogiendo el de El
Montecillo a este último al intentar clavar el último par debido a que la
presidencia se negó en rotundo a cambiar el tercio con tres palos. Con el pitón
izquierdo lo enganchó por la zona de la rodilla izquierda y lo magulló, afortunadamente
sin consecuencias mayores.
Siguiendo con David Mora, en cuyas filas milita el
ovacionado Ángel Otero, Israel de Pedro picó al Lustroso tercer, que embistió
calamocheando y haciendo sonar el estribo cuando sintió el hierro en su
morrillo. Una buena pelea en el segundo puyazo dejó el de Parladé. Lidió Ángel
Otero a un animal que fue tardo en asistir a su engaño. En la cara pero
clavando sólo un palo compareció Antoñares, debiendo tomar el olivo porque le
hizo hilo; tiempos le dio Ángel Otero, dejando otro buen par Antoñares en su
segundo turno. Ante el sexto, volvió una tarde más a clavar un gran par de
banderillas Ángel Otero en primer lugar, casi prendiendo el de Parladé a José
María Tejero, que tuvo piernas para salvar ese hilo que le hizo y saltar el
olivo. Otro buen par dejó Otero, obligándole la plaza a desmonterarse por
segunda vez en esta feria.
En cuanto a los hombres de Curro Díaz, Curro Sánchez picó al
Noctámbulo primero después de hacerle un extraño a Díaz en el capote, debiendo
tomar el olivo el jiennense. El veterano capote de Pablo Saugar «Pirri”,
aguantándole Óscar Castellanos durante el tercio de banderillas. «Chispero”
se llamaba el negro salpicado cuarto, yéndose a la querencia y arrancándose al
picador que guardaba la puerta, el de Curro Sánchez, que le recetó la primera
vara. José Manuel Valle Quinta dejó la segunda vara. Tendía el animal a
desentenderse de los engaños, pareando bien Pirri ante la lidia de Castellanos.