PABLO LÓPEZ-RIOBOO / FOTOGALERÍA: SARA DE LA FUENTE
Llegaban los toros de Victorino a Sevilla y con ella la emoción que buscaban los aficionados. Pero todo salió al revés, todo lo tuvieron que poner los hombres de a caballo y plata.
La suerte de varas estuvo marcada por Antonio Prieto y Juan de Dios Quinta. El primero dejó dos puyazos muy toreros. Movió al caballo para buscar el terreno idóneo con el primero de la tarde. Se arrancó el victorino para recibir dos puyazos medidos pero en su sitio. Por suparte Juan de Dios Quinta se fue ovacionado por dos puyazos delanteritos pero muy interesantes. Ese encuentro con el caballo acrecentó las virtudes del sexto.
Para lidiar una corrida de Victorino hay que ser muy buen torero. Hay que entenderlos a la perfección y saber que hacerles en cada momento. Eso hizo Montoliú en el primero con capitazos suaves y a su altura. Antes lo habia sacado del jaco con mimo. También destacó Valdeoro por su lidia al cuarto. Supo entiender la calidad del toro y corregir las dificultades de éste. Por último hay que mencionar a Abraham Neiro ‘El Algabeño’. Quiso pulsear al animal en todo momento, la suavidad fue su premisa básica. Su forma de sacar al sexto del caballo sin darle un carpetazo fue para tener muy en cuenta.
Nunca es fácil banderillear a los toros de la A Coronada y eso supieron hacer los hombres de plata hoy en Sevilla. Vadeoro le llegó mucho al primero de la tarde para dejar dos pares de banderillas de torero cuajado. Araújo dejó en sus dos toros pares interesantes y con facilidad su actuación de hoy corroboró el momento por el que pasa. Por último saludaron montera en mano Raúl Caricol y Ángel Cervantes. Arriesgaron y se asomaron al balcón en un tercio de banderillas muy importante.