LA CRÓNICA DE PLATA

Los incomprendidos


sábado 7 mayo, 2016

A loa auxiliadores les falta el fulgor ególatra que provoca que no estén sus nombres entre las manos del aficionado porque son, más que brillantes, hacedores del brillo ajeno.

A loa auxiliadores les falta el fulgor ególatra que provoca que no estén sus nombres entre las manos del aficionado porque son, más que brillantes, hacedores del brillo ajeno.

PABLO LÓPEZ RIOBOO / FOTOGALERÍA: PALOMA AGUILAR 

Lidiar en una corrida de rejones es casi un pecado. Hoy en Madrid un sector de la plaza se mostró irascible con la lidia de un auxiliador. Esos oles que en otras ocasiones sirven para ensalzar a un torero hoy sonaron a pitorreo.

 
Creo que el respeto hacia un torero tiene que ser permanente y lo de hoy rozó lo estrambótico. Dentro de una corrida que se dejó torear, los auxiliadores complieron con su cometido: capotazos justos y medidos para colocar en suerte al toro que esté en el turno, porque no se libra ni uno de la ignorancia del que pita.
 
Cartagena, Ventura y Manzanares trenzaron el paseíllo en una tarde de compromiso, ese que mantuvieron sus auxiliadores durante la gélida tarde. Ese que provoca que no estén sus nombres entre las manos del aficionado porque son, más que brillantes, hacedores del brillo ajeno.
 
Por eso el homenaje de hoy es el triunfo de sus matadores. Aunque alguno se fuera tan frustrado como el de plata al escuchar los pitos del ignorante.