LA CRÓNICA DE PLATA

Miura reluce la emoción plateada


domingo 7 mayo, 2017

Como cada año, es habitual que el cierre del ciclo abrileño -este año en Mayo- le ponga fin la corrida de Miura, marcada en rojo por los aficionados.

Como cada año, es habitual que el cierre del ciclo abrileño -este año en Mayo- le ponga fin la corrida de Miura, marcada en rojo por los aficionados.

PABLO LÓPEZ RIOBOO – FOTOGALERÍA: MATITO

Se cerró la ultima pagina del
libro, y a todos los aficionados nos entra esa nostalgia o melancolía por saber
que Sevilla pone fin a sus festejos mayores hasta bien entrado el mes de Septiembre.
Demasiado tiempo que intentaremos llenar con esas novilladas picadas y sin
picar de los meses de Mayo, Junio y Julio o por festejos mayores fuera del coso
baratillero. Es algo parecido a aquel amor de verano que al llegar septiembre
se perdía, podías ver a otras e incluso sentirte tentado por ellas, pero ninguna
era como la que se marchó, esa por la que perdías la cabeza, la que llenaba un hueco en tu corazón, pues bien, algo parecido
pasa con Sevilla y plaza con los festejos mayores, podrás ir a otras, verlas engalanadas, llenas a rebosar, pero ninguna cubrirá ese vacío dejado por
tu verdadero amor, La Maestranza, esa que volverás a ver el domingo, pero nada será igual, hasta que llegue San Miguel y la vuelvas a ver como la recordabas.

Como cada año, es habitual que el
cierre del ciclo abrileño -este año en Mayo- le ponga fin la corrida de Miura,
marcada en rojo por los aficionados. Una corrida venida de Zahariche, noblona pero de desigual comportamiento, la cual no dejó soltar muñecas y templar las embestidas a los hombres de plata debido a su peculiar carácter, mientras que si dejó buenos tercios de varas. Tres sevillanos trenzaban el pasillo con
sus respectivas cuadrillas, el primero en hacerlo era Antonio Nazaré y su
cuadrilla, la cual apenas tuvo material con el flojo primero, pero pudieron
sacarse la espinita con el cuarto. Francisco Romero se fue ovacionado por dos
puyazos ante un toro con carácter, el primero tuvo su merito ya que el toro fue
al relance cuando se encontraba en el tendido 7. Su segunda vara con el toro arrancándose
más allá del tercio tuvo medida y ajuste. Con la capa sobresalió Adolfo de los
Reyes por una lidia aseada, con momentos templados y sin obligar al animal.

Pepe Moral se encontró con el
lote de mayor opciones de la desigual corrida de Miura, a su primero lo lidió y
pulseó muy bien Vicente Varela, le cogió el aire rápido, sin darle mucha capa
todo tuvo medida. Juan Sierra volvió a apuntar su nombre como uno de los
toreros de plata que mejor han estado en Sevilla, su gran segundo par tuvo
exposición, siempre dándole los frentes al toro y clavando en buen sitio. En el
quinto, un toro franco ya desde salida salió ovacionado Francisco Romero por
dos buenas varas. El toro acudió con templanza, empujando con clase al jaco. Le
intentó abrir los caminos Sierra al animal, todo con oficio y sin tirones.
Nuevamente hay que destacar a Vicente Varela en su primer par. Todo lo hizo de
verdad, cuadrando en la misma cara, un par que Sevilla supo Valorar.

Cerraba la terna Esaú Fernández,
el cual se llevó una soberana paliza por parte del tercero cuando lo recibía
rodilla en tierra en chiqueros. Tuvo que pasar a la enfermería y ese toro tuvo
que ser picado por los picadores de Antonio Nazaré. El toro, huidizo ya desde
salida acometió con más genio que bravura al caballo de la puerta, Flor no se dio
coba y dejó un puyazo de mérito, debido a la fuerza con la que chocó con el
peto. Ya con la cuadrilla del de Camas ejerciendo sus funciones, hay que
reseñar la pausada y limpia lidia de Sánchez y un par de enorme exposición de
Curro Robles buscándole los adentros al animal. Apretó el Miura y su par en la
misma cara resultó atropellado por el tren venido de Zahariche. Esperó una
enormidad el animal, sobresaliendo la raza del torero, ¡qué mérito!. En el
sexto hay que destacar el buen tercio de varas de García en un tercio de varas
en el que el toro se arrancó de lejos y los dos pares dejados por Sánchez.
Tuvieron mérito por la exposición que mostró el torero ante otro Miura que se
hizo el remolón en el segundo tercio.