LA CRÓNICA DE PLATA

Romper por abajo


jueves 8 junio, 2017

Jarocho, Miguel Martín y Curro Robles le ponen el cénit a una tarde de tremendo trabajo oscuro para que desarrollasen los animales

Jarocho, Miguel Martín y Curro Robles le ponen el cénit a una tarde de tremendo trabajo oscuro para que desarrollasen los animales

MARCO A. HIERRO / FOTOGALERÍA: PALOMA AGUILAR

Por abajo. Allí donde pesan más los esfuerzos, se esconden peor las dudas y se escamotean mal las liviandades. Por abajo. Por allí es por donde tienen que romper los toros cuando llegan a un capote de brega que los debe conducir. Y no es fácil que lleguen como hoy lo hicieron, porque si algo tuvo la corrida de Alcurrucén es que fue boyante; al menos, para no caerse.

Contribuyó a ello la lidia que ofrecieron tres tipos de capa templada y de verdad. Jarocho fue el encargado de hacer que rompiese el gran tercero, un castaño acochinado y paletón al que había que apostarle para que te diera el fondo, y ese estaba por abajo. Curro Robles condujo la lidia del cuarto, uno de los toros importantes que han salido al ruedo esta feria, y en gran parte por cómo se apostó por él, casi desde el mismo momento en que sortearon esta mañana. Y Miguel Martín fue la piedra angular en la que basó el quinto la pequeña esperanza que mantuvo hasta que la lidia de muleta le cantó la mansedumbre. Tres  de los mejores capotes de plata que vuelan hoy por el espacio aéreo de la indepencencia.

Otro de los que opta por ese camino es el piquero Óscar Bernal, que hoy actuó junto a su hermano Manuel José y ambos firmaron una de sus grandes tardes en Las Ventas- Óscar midiendo muy mucho al desentendido quinto, al que había que darle lo justo para que ni se fuera ni se quedase crudo, pero también zumbándole la badana al díscolo mansete segundo, que se le fue de la jurisdicción a su hermano por no aguantarle la pelea y a la puerta fue a que lo quisiera.

También a caballo destacó sobremanera Juan Francisco Peña en un tercio de varas en el tercero de verdadera categoría. Porque se entregó el toro de Alcurrucén, y no sólo se limitó a correr espectacular. Y fue, además, clave el par de puyazos para que luego rompiese el toro como lo hizo en las manos de Jarocho.

Con las banderillas volvió a brillar -una tarde más- Fernando Sánchez, tercero de la cuadrilla de Joselito Adame, quien saludó una ovación por un gran par al segundo, un toro al que Miguel Martín le sopló dos pares de abajo arriba y de cuadrar en la misma cara para explicar cómo se ejecuta este tercio. Espectacular.

Sólo un detalle más: el que tuvo Jarocho durante la lidia del sexto, al que no se le podía entrar cuarteando la suerte y con el que no se pensó en absoluto llegarle a la cara al sesgo para ahorrarle capotazos al toro exponiendo, sin embargo, su propia vida. Ahí es nada…