La ganadería de Peñajara, en la actualidad, es una de las más atractivas para el aficionado por las imponentes caras que tienen sus animales y el encastado juego que propician en el ruedo. Actualmente pasta en las cercanías de la localidad toledana de Talavera de la Reina, pero hoy nos retrotraemos un tiempo atrás y nos remontamos al tiempo en el que la vacada estaba en manos de José Rufino; hace aproximadamente un lustro, los toros estaban en un paraje espectacular en la zona de Fuente del Arco, en la provincia de Badajoz.
En la finca ‘Casas Reina’, mayoral y vaqueros tenían que conseguir apartar a dos toros cabeza de camada. El modo de trabajar que tenían en esta casa era con 4×4, ya que los caballos, al contrario que en otras ganaderías, no eran fundamentales en esta casa.
Así sacan los toros de Peñajara del cercado… hasta que uno de ellos se frena en seco
En el siguiente vídeo, tratan de sacar unos toros para llevarlos a corrales y pesarlos, pero la tarea no va a ser nada sencilla. Lo primero que tienen que hacer es sacar a los animales de su cercado, lugar donde tenían su querencia al grupo, por lo que separarlos iba a ser complicado. Una vez aislados, gracias a la pericia de los allí presentes, se iba a intentar llevar a los toros por una manga hasta los corrales, pero nada fue como se esperaba.
Los animales siempre tienen que ir a galope, no se les puede dejar pensar ni pararse, ya que podrían volverse y entonces mayoral y vaqueros tendrían un serio problema. Los bueyes en este caso son fundamentales para amparar a los animales, ya que los toros desde pequeños siempre ven a estos animales como guías, de ahí que no los extrañen. Todo parecía ir bien hasta que uno de los toros echó el freno y se paró. La tensión se hizo presente, los toros hicieron por el coche y su volvieron sobre sus pasos. Iba a ser muy complicado reconducir la situación.
El desenlace final: el toro
Y así fue: los toros se sabían dueños de la situación, impusieron su dominio y se emplazaron en la parte más alta del corredero. Cuando un animal de este tamaño decide no hacer las cosas por las buenas todo se complica. Los toros de Peñajara, encaste de no fácil manejo en el campo, dejaron patente que a bravura mandan ellos, y el problema era queno se podía acercar nadie. Si echaban la parada de bueyes, los toros iba a arremeter contra ellos porque estaban muy calientes; y si iban con el toro, podían arrancarse los demás astados e incluso partirse un pitón. La solución era dejar que se bajasen los humos, tranquilizar a los animales e intentarlo más adelante.
El toro de Peñajara, seña de identidad en Madrid: ¿Vuelta en 2022?
Peñajara, el emblemático hierro de Casta Jijona que ahora está en manos del toledano Antonio Rubio, ve más cerca su regreso a la primera plaza del mundo en 2022: el ganadero tiene una corrida lista y la empresa ya se ha interesado por ella. Sobre lo que está buscando como ganadero, Rubio es claro: «Peñajara persigue un toro diferente, un toro con personalidad, bravo, que transmita y con el que la gente no se aburra ni que tampoco coma pipas«.
Como ya narró a este medio en un reportaje hace un mes, probablemente vuelva a Las Ventas en 2022: «Me han llamado de Madrid para venir a ver una corrida de toros, tenemos que atender a pueblos del Valle del Terror y también hay mucho requerimiento de toros para las calles. Estamos contentos«.
