Un auténtico calvario. Así ha sido la travesía de Paco Ureña por la senda de la recuperación de una terrorífica cogida que pudo haber supuesto una tragedia para el torero murciano. Afortunadamente, y según confirma su apoderado, Juan Diego, Paco ya tiene en la mano el alta médica, por lo que puede regresar a los entrenamientos de manera intensiva y ya de cara a la preparación para la temporada 2022.
El pasado miércoles Ureña se sometió a una resonancia magnética que reveló la desaparición de los edemas, tanto de las partes blandas como los edemas óseos. La vértebra dañada, además, ha completado su recuperación y esta misma semana Paco volverá al campo para tentar, algo que está «como loco» por hacer, en palabras de su apoderado.
La reaparición del murciano es ya inminente, dado que ya se ha anunciado su presencia en Autlán el 27 de febrero, además de otras fechas que terminarán de cerrarse en los próximos días. Sin embargo, el calvario de Paco, según narra Juan Diego, también ha estado motivado por la ausencia en las quinielas de las ferias españolas que ya empiezan a fraguarse, y en las que el murciano debería estar por méritos propios. «No es fácil ver que se mueven las cartas y tú no puedes ni moverte del sofá«, aclaraba Juan Diego, quien ya trabaja en el cierre de los contratos de la temporada española. Como el de Valencia, por ejemplo, donde la carrera de Ureña siempre ha tenido un jalón clave.
La grave lesión vertebral que sufrió Paco el pasado 17 de octubre en su mano a mano con Rafaelillo en Abarán le ha tenido fuera de juego hasta ahora por la incertidumbre de cómo iban a sanar las lesiones producidas, sobre todo la vértebra fracturada que, afortunadamente, ha soldado a la perfección. Hoy, con una paternidad recién estrenada y con cambios anunciados en su cuadrilla, el murciano está listo para regresar al frente.
El milagro de Abarán que salvó a Paco Ureña
Un auténtico milagro. Así definió el entorno de Paco Ureña y el propio cirujano Ricardo Robles, del Hospital Virgen de Arrixaca de Murcia, lo que experimentó Paco Ureña después de que el diestro lorquino sufriese, el domingo 17 de octubre, dos espeluznantes cogidas en su mano a mano con Rafaelillo en la localidad de Abarán.
Y es que el destino hizo que ‘sólo’ se le fracturase la cuarta vértebra y no se le desplazase, lo que hubiese supuesto daños irreparables para el diestro. «Anoche le detectaron una lesión que se ha confirmado esta mañana en la cuarta vértebra de la columna. Gracias a Dios está rota, pero sin desplazamiento; si no, hubiese sido una lesión muy grave«, explicaba entoncs a este medio el mozo de espadas del torero murciano, Juanvi de la Calle.