El último triunfador de la temporada en la primera plaza del mundo, Francisco de Manuel, ha decidido ofrecer un giro en el rumbo de su carrera dando por terminada su relación con Manuel Campuzano, su apoderado durante las últimas temporadas.
Así lo ha anunciado en un comunicado para la prensa en el que no sólo anuncia su ruptura, sino también quién será su apoderado durante la temporada entrante, que será el reconocido taurino Diego Robles.
El torero de Arganda, afincado en Colmenar Viejo, obtuvo un rotundo triunfo de tres orejas en el pasado festejo de la Hispanidad, el pasado 12 de octubre, lo que le coloca en un extraordinario lugar de partida de cara a la próxima temporada.
Así descerrajó la Puerta de los sueños Francisco de Manuel el pasado 12 de octubre
Al público fue el brindis de Francisco de Manuel del ‘Cojito’ tercero, negro listón chorreado que no se definió en los primeros tercios y al que le sopló un gran inicio de faena, de rodillas, y luego ya erguido con la diestra. Hubo un cambio de mano de mucho jugo. Le desarmó en la primera serie y supo ligar con valor en la segunda a un toro que se metía por dentro. Animal con prontitud y alegre pero con ese defecto. Fue construyendo una obra de serena ligazón y cabeza, en la que consiguió momentos importantes hasta que se rajó el animal y entonces llegó el arrimón. Las manoletinas finales y la estocada trasera pero efectiva pusieron en sus manos la oreja.
Francisco de Manuel dejó un airoso saludo capotero a la pintura quinta, tras correr turno porque Roca Rey seguía siendo atendido en la enfermería por un corte con la espada en la mano. Las chicuelinas de manos bajas del quite, tras las buenas varas de Alberto Sandoval, llegaron con fuerza arriba. Juan Carlos Rey y Fernando Sánchez saludaron tras sus soberbios pares. Al público fue de nuevo el brindis, tras el que selló un buen pulseo en el inicio y luego paladeó el toreo despacioso por la diestra. Por ahí siguió ahondando y haciendo rugir a Madrid, a cada natural más extraordinario. Excelso el toreo del joven madrileño ante la calidad ralentizada del de Victoriano, al que tumbó de un estoconazo y paseó el doble premio.