ZAFRA

El error de los corraleros que hizo que un toro de Adolfo Martín pasase por uno de Murteira Grave en Zafra


lunes 3 octubre, 2022

Sin duda un error que quedará en una graciosa anécdota la ocurrida este domingo en Zafra con este toro de Adolfo Martín que pasará a formar parte de la historia de la plaza.

Adolfo Martin
Dos toros de Adolfo Martín en una imagen de archivo. © Plaza 1

Zafra cerraba este domingo su Feria con un festejo de rejones de máxima categoría: toros de Adolfo Martín y Murteira Grave para Rui Fernandes, Diego Ventura y Leonardo Hernández. Una corrida que no acabó siendo triunfal debido al mal uso del rejón final. Ese fallo en la suerte suprema obligó a salir andando tanto a Rui como a Diego mientras Leonardo cruzaba en volandas la Puerta Grande.

Como contamos ayer, Rui Fernandes fue ovacionado, Diego Ventura paseó una oreja del quinto y los máximos trofeos Leonardo del tercero de Adolfo un pleno Leonardo. En el festejo se vivió un angustioso momento en la pega de los forçados al sexto toro, ya que el cabo del grupo fue cogido y tuvo que ser trasladado en camilla desde el ruedo hasta la enfermería.

Pero la nota curiosa vino a la hora de lidiar al cuarto, un toro del hierro cacereño que sembró el desconcierto en los tendidos al lucir una divisa que no era suya. Dicho toro llevaba el hierro de Adolfo Martín pero lucía la divisa de la ganadería portuguesa de Murteira Grave, un error que vino fruto de una equivocación por parte de uno de los operarios de corrales a la hora de elegir la misma.

¿Un asaltillado de Murteira? Nada más lejos de la realidad, la solución a este enredo estaba únicamente en la divisa que lucía el animal. Una vez resuelto dicho enigma todo quedó en una anécdota.

Como nos contó nuestro corresponsal Fernando Esperilla, el cuarto de la tarde fue un animal con el que Rui Fernandes dejó tres rejones de castigo, uno de ellos muy bajo; puso farpas y el primer grupo de forçados consiguió una pega perfecta al segundo intento. Con el rejón necesitó dos golpes, cayendo bajo también el segundo. La obra se diluyó y quedó en ovación.

Sin duda un error que quedará en una graciosa anécdota, el cual pasará a formar parte de la historia de la plaza: afortunadamente no influyó para nada en la lidia del animal venido desde tierras cacereñas, ganadería que propició el triunfo de Leonardo con un toro exigente y nada fácil con el que cosechó un triunfo incontestable Leonardo Hernández