ENTREVISTA

David de Miranda se rebela tras un duro año: «No me lo merecía»


lunes 31 octubre, 2022

David de Miranda, de momento, sigue apretando los dientes y luchando por poder entrar en esas ferias donde se ganó poder estar. De momento, lo único que puede hacer es afrontar cada tarde como si fuera la última.

David De Miranda

David de Miranda ha sido uno de los toreros más castigados por la pandemia. Su Puerta Grande en Madrid llegó en la Feria de San Isidro del año 2019 y, desde aquel momento, poco margen tuvo para explosionar, ya que la negativa a entrar en algunas Ferias que le ofrecían lo que creía que no merecía y la llegada del virus -con el parón de las Ferias que supuso- frenó en seco su carrera. Ni Sevilla ni la oportunidad de Madrid -donde solamente pudo volver una tarde más el pasado mes de mayo, sin suerte con la corrida de Algarra- terminaron por relanzar su carrera.

Ahora, tras la entrevista publicada hace unos días en este medio ante su corrida pinzoniana, publicamos la segunda parte de ésta en la que se explaya tras un duro año.

David de Miranda: «En 2019 abro las puertas grandes de Madrid, Nimes y Málaga, pero parece que no ha servido de nada»

David De Miranda
David de Miranda. © Luis Sánchez Olmedo

Nos hablas hablas de respeto, entiendo que no se ha sido justo contigo por parte de algunas empresas: «En el toreo no hay memoria, Pablo, y eso no es justo, porque el esfuerzo y el sacrificio que hacemos los toreros es enorme para que luego no te den aquello que te mereces. Fíjate, yo en 2019 abro las puertas grandes de Madrid, Nimes y Málaga, pero parece que no ha servido de nada».

Se preveía una temporada ilusionante pero la pandemia lo barrió todo, borró de un plumazo todas esas ilusiones que había en poder encauzar la carrera de un torero que no ha tenido un camino fácil precisamente: «La pandemia vino en el peor momento, estaba anunciado en muchas ferias, pero quedó en nada. Luego cuando se recobró la normalidad muchas de esas empresas que me iba a poner ni siquiera llamaron al teléfono, eso duele y mucho, creo que ni yo no cualquier compañero en mi lugar merecen ese trato».

Un torero que ha visto como caía al ostracismo tras un 2019 de grandes triunfos. 2022 le ha servido para seguir puntuando, lástima que, de la buena corrida de Algarra, ningún animal cayera en sus manos: «Ha sido una temporada corta en festejos, se ha ido donde nos han respetado económicamente. Como te dije, esperaba un mejor trato por parte de las empresas, pero eso no está en mi mano, yo lo único que tengo que hacer es torear. Los festejos donde me he anunciado he dado motivos para volver, incluso en Madrid pese a no tener lote. Huelva fue de nuevo el clavo donde me agarré en una temporada difícil en lo anímico».

David de Miranda nos hablaba de una temporada difícil en lo anímico, sin duda un hándicap que hay que saber superar, porque el tren no espera a nadie: «Claro que no espera, eso lo tengo claro. Pero cuesta mucho llegar a donde he llegado y ver luego que se olvidan de ti a las primeras de cambio. Han sido momentos difíciles, el no verte anunciado en las ferias merma y mucho, pero no me podía permitir perder la ilusión. A base de trabajo y creer en mi conseguí no caer en el pozo, sé que si lo hice una vez puedo volver a repetirlo».

Una situación frustrante para un torero que se ha visto frenado, primero por la pandemia y segundo por los despachos: «Lo que más me frustraba era no poder hablar con mi espada y mi muleta. Claro que los pueblos están bien, claro que te ayudan a rodarte, pero aquí las grandes plazas son las que empujan a los toreros. Siento que he vuelto a la casilla de salida sin saber muy bien por qué. Ahora la presión es mayor que antes, ahora tienes la bala que tienes y si la fallas… pero no me puedo permitir el lujo de perder la ilusión, como te dije antes sé que puedo volver hacerlo».

Un torero que sabe que no sirve de nada lamentarse, como decía Juan José Padilla «el sacrificio es parte de la gloria», algo que David lleva a raja tabla. El tiempo dirá dónde acaba su carrera. Él de momento sigue apretando los dientes y luchando por poder entrar en esas ferias donde se ganó poder estar. De momento, lo único que puede hacer es afrontar cada tarde como si fuera la última, y así cuando llegue la ansiada oportunidad pueda cogerla de nuevo con las manos.