Julián López ‘El Juli‘ fue otro de los toreros entrevistados por Jesús Quintero. El torero de Velilla pasó por el programa Ratones Coloraos allá por 2012 en una entrevista amena y muy interesante. El Juli comentó que «torear es una forma de expresarse, de emocionar. El toro me ha enseñado todo, gracias a su presencia soy lo que soy. Me gusta la ciudad, pero el campo me ayudó a tener paciencia, y eso en el toreo es algo fundamental».
El Juli, en sus primeros años, se trasladó a vivir a México para poder torear sin problemas legales, porque en España no podía por su corta edad, debutando con picadores el 16 de marzo de 1997 en la plaza de Texcoco (México), sin duda una experiencia que le valió para madurar como persona.
Tomó la alternativa el 18 de septiembre de en Nimes (Francia), confirmando alternativa en la primera plaza del mundo en el año 2000 en una corrida de Samuel Flores con Enrique Ponce como Padrino y Francisco Rivera Ordóñez de testigo en plena Feria San Isidro.
Se perdió la infancia, pero se ganó la gloria, torero que marcó una época en la tauromaquia y que ahora recoge esos frutos el pasado: «Así es, me fui para cumplir un sueño y gracias a Dios se pudo cumplir todo aquello que soñaba. Le debo muchísimo a esa tierra que tanto quiero».
El torero es un artista, comenta Quintero, «efectivamente, con el tiempo vas encontrando aquello que quieres como artista, todo tiene una evolución. Torear es una oportunidad de expresarte artísticamente y eso hay que valorarlo« acababa contestando El Juli.
Sin duda la vida es una continua cura de humildad, de pasos en falto pro también una oportunidad para curtirte y llegar a la plenitud como hombre y como torero: «Todos los pasos que he dado en mi vida me han ayudado a ser mejor torero, creo que la madurez se encuentra cuando uno llega a la plenitud y ahí la estabilidad es clave«.
Pero aquí uno se juega todo lo que tiene, comenta Quintero, ¿cómo consigue uno olvidarse de todo? ¿existe el miedo?: «Un torero pone su vida en juego, claro que hay riegos, se lo que puede costar, pero vivo para torear. El miedo está presente, pero sería infeliz si no toreara» acababa comentando el torero madrileño.