Uno de los hierros más demandados por el aficionado es el de Adolfo Martín. La ganadería cacereña se asentó hace años como una de las más importantes del escalafón gracias al gran juego dado por sus animales en las plazas de mayor exigencia. Sin ir más lejos, la plaza de toros de Las Ventas ha sido uno de los cosos donde mayor nivel ha mostrado en su historia.
A mediados de octubre, el periodista David Casas estrenó ‘Espacio Toro’, un podcast sobre tauromaquia en RTVE que ha tenido gran acogida entre los aficionados. La pasada semana contó en su programa con Adolfo Martín, un ganadero que en este 2022 ha lidiado una interesante camada con corridas de gran nivel tanto a pie como a caballo.
Adolfo siempre se ha caracterizado por criar un toro encastado y con las señas identitarias del encaste que mima en su casa. Animales con seriedad tanto en su mirada como en su comportamiento, los cuales piden al torero un conocimiento de los terrenos y las alturas, así como un bagaje con este encaste para conseguir sacar ese fondo de bravura que llevan dentro. Un tipo de toro muy complejo que requiere tener delante un torero que no titubee.
Adolfo Martín: «Eché un año 2015 que fue muy redondo, y este año ha sido importante también»
Una temporada importante para un ganadero que sigue luchado por seguir ocupando un lugar privilegiado en el escalafón. 2022 ha sido un año donde pisó multitud de plazas con un resultado más que positivo: «Eché un año 2015 que fue muy redondo, y este año ha sido importante también. Ha sido una de las temporadas más importantes que he tenido, creo que la ganadería está en un momento magnifico y eso se ha podido ver en el ruedo».
Ahora toca mirar a 2023 e ir rematando unas corridas que muy pronto estarán listas para salir a cualquier tipo de plaza: «Es tiempo para eso, las empresas ya han llamado para interesarse por las corridas. Como el año pasado tenemos unas diez corridas de toros, además de toros para la calle, y algún toro con seis años que se nos ha quedado que también irán allí. Confiamos plenamente en el guarismo del 9».
Por tanto, mientras los cercados van rompiendo y ganando en color, los astados de Adolfo Martín van cogiendo ese remate necesario para poder lidiarse en 2023, ese año en el que volverá a estar anunciado en un buen número de plazas para seguir manteniendo viva la llama de la bravura, esa que el aficionado busca cada tarde que se sienta en la piedra de una plaza de toros.
Por tanto, el hierro cacereño tiene las miradas puestas en un próximo año donde nuevamente tendrá que seguir manteniendo su estatus como figura de las ganaderías de bravo, esa que se ha ganado tras muchos años en los que la exigencia ha sido la base donde empezar a trabajar. Una ganadería eminentemente brava que ha conseguido que las figuras se interesen por ella en determinadas plazas de toros.
Adolfo hace años que se desligó del camino marcado por Victorino Martín; ahora camina solo con un único pensamiento, ser fiel a su prototipo de toro, ese que mamó desde pequeño y que quiere seguir potenciando en su casa. Ahora es tiempo de tentaderos, de hacer los lotes de vacas, los dos momentos cruciales en una ganadería de lidia, ahí se juega el porvenir de un hierro de solera.