En el campo bravo sevillano hay una joya genética que cuida con mimo la familia Algarra. En la carretera que une Almadén de la Plata con Castilblanco de los Arroyos emergen una infinidad de fincas, muchas de ellas dedicadas al toro bravo. Este es el caso de la ganadería que hoy nos ocupa. Un hierro que cuidan con mimo en una familia que ama al toro bravo por encima de toro, ese que Luis Algarra Polera soñó y después moldeó un ganadero superlativo.
Hace más de 30 años D. Luis Algarra Polera se llevó su ganadería desde la marisma a la sierra norte sevillana, cambiando ‘La Cigueña’ por la antes mencionada ‘La Capitana’. Un proyecto ganadero que fue puliendo con los años y que le valió un nombre dentro de los ganaderos de bravo, ese que ha continuado su hija Aurora manteniendo el camino que le enseñó su padre.
Una ganadería que ha seguido manteniendo la clase y la nobleza que le imprimó su padre, pero que con el tiempo y debido al sentir de su ganadera ha evolucionado hacia un toro con mayor chispa y emotividad en sus embestidas. lógica por los tiempos en los que vivimos, el hierro sevillano se ha sabido adaptar para entrar de nuevo en las ferias. Aquí Aurora le da forma a su toro, ese que tiene que ver mucho con su personalidad, un animal que tiene nobleza, pero también carácter, un toro que siempre va de frente.
Las últimas lluvias le han cambiado la cara a ‘La Capitana’: los toros están más lustrosos y el verde empieza a ganarle la partida al pasto seco. Aurora nos atiende amablemente, su año ha sido importante, ella lo sabe, pero también es consciente que ser ganadero es una continua cura de humildad: «Estamos muy contentos en casa por el año, somos un equipo y aquí nos sentimos todos participes del éxito de nuestros toros. No sé si ha sido un temporadón, pero estoy contenta por la regularidad. En todos los festejos ha habido tres animales buenos. Han sido siete u ocho corridas de toros en plazas exigentes como Madrid o Valencia, sin olvidarnos de Huelva, Palma de Mallorca, Añover de Tajo, Colmenar… las figuras han apostado por nosotros gracias al trabajo de todos estos años atrás».
Pero Aurora es mujer precavida y sensata, sabe que no es toro oro lo que reluce dentro de un año muy importante para la casa que representa: «Por supuesto que hay que mejorar, pero la verdad que lo más importante para nosotros ha sido ir a Madrid. Tuvimos la suerte de que esa corrida en San Isidro se dejó bastante; en Valencia también fue una corrida buena, al igual que en el resto, por eso tenemos claro cuál es el camino a seguir».
Los toros con la S de Suarez, han rayado a un alto nivel, habiendo durante la temporada animales de distinta nota y comportamiento como la corrida de Las Ventas: «Al primero le cortó una oreja, pero fue bravo con el que estuvo decidido Román. Apostar y lucir desde el principio un toro así no es fácil y desde aquí quiero agradecérselo. No sé si era una faena de dos orejas, pero lo realizado bien vale el aplauso de todos».
Una temporada marcada por la regularidad, algo que hace que las ganaderías se mantengan en todo lo alto: «Hemos mantenido la regularidad y eso creo que es importante. Gracias a ello los toreros han pedido acartelarse con nosotros, fueran figuras o toreros de mitad de tabla. Lo más importante para nosotros es que confíen en nuestra ganadería».
Una temporada que se cerró en Fregenal y que puso punto y final a vuestro año ganadero en las plazas: «Los dos últimos toros que hemos lidiado fueron dos toros en Fregenal de la Sierra: Emilio de Justo le cortó un rabo bajo el diluvio. Nos dejó ese puntito bueno para seguir trabajando continuamente y seguir mejorando».
Ahora toca mirar hacia un 2023 donde hay retos importantes para la ganadería sevillana: «Tenemos unas ocho corridas de toros: nos han hablado para plazas como Madrid o Valencia, pero aún no hay nada cerrado. Es una alegría que tras lo realizado el pasado año sigan llamando a tu puerta»
Pero si hay una plaza que espera al hierro que comanda Aurora Algarra esa es Sevilla: «Sevilla nos han hablado, pero yo tengo la culpa de no querer ir. Me llaman, pero para ir pero no me atrevo a dar el paso. Para lidiar en La Maestranza tienes que tener quince toros preparados. Para ir a Sevilla tengo que ir con cinqueños, y nos habíamos quedado prácticamente sin ellos para este año. Te encontrabas que no tenías los toros suficientes para ir a La Maestranza, por eso no podré ir otro año más. Habrá que esperar al año siguiente».
