Los ataques de los buitres se han convertido en una auténtica pesadilla para muchos ganaderos, que tienen que ser testigos de cómo devoran vivas a sus vacas y becerras en el campo bravo con la impotencia de no poder hacer nada para remediarlo. La ganadería charra de El pilar publicó hace unas semanas en su perfil oficial cómo sus vacas embisten a los buitres para defenderse de sus ataques. Los buitres cada vez atacan más al ganado porque ya no hay carroña en el campo debido a que todo debe ser incinerado por ley.
Los ganaderos son los auténticos sufridores en estos años marcados por la pandemia. El Covid hizo estragos en las vacadas de bravo: la escasez de festejos y el alto coste que tiene la cría del toro bravo han puesto en una situación muy complicada a estos verdaderos héroes. Primero fueron los lobos y ahora son los buitres los que amenazan la supervivencia de unas ganaderías que andan con la soga al cuello por la subida de costes y la alta inflación que vive el país.
Bien saben de esto en la ganadería de El Pilar: allí ya no saben que camino tomar para quitarse de en medio a unos nuevos visitantes que amenazan con menguar tanto su hato de vacas como los becerros que están naciendo estos días en plena época de paridera. Los ataques de los buitres continúan dejando imágenes impactantes en las dehesas del campo bravo español, algo que está intentando evitar Moisés Fraile, pero que no siempre es capaz de conseguir.
Moisés Fraile, ganadero de El Pilar: «Las vacas estaban como locas»
«Es cierto que los buitres siempre aparecen cuando se muere un animal. Eso ha pasado toda la vida. Lo único que ahora hay mucha densidad de buitres. Es muy curioso que en nuestra finca, como es ladera de sierra, se posan y en ese caso había 100 buitres en una solana. Me dio tiempo a grabar eso. Estaban como locas…», explica el ganadero Moisés Fraile a este medio.
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«…Si nadie nos defiende, nos tendremos que defender nosotros.”. escribían posteriormente en su cuenta de Instagram los ganaderos salmantinos, quienes recibieron varias respuestas de apoyo ante este problema que afecta directamente al campo bravo y al manso, aquí no se libra ninguna especia. «Han convertido a los carroñeros en depredadores, pero son los que van a salvar el mundo…«, comentaban algunos usuarios en las redes sociales indignados ante tal situación.
Estos ataques que están mermando a muchos ganaderos de bravos, los cuales se ven impotentes ante esta situación: pese a pedir ayuda, no se les hace caso. Con la nueva Ley de protección animal se acercará el trato a los animales al de las personas en relación al maltrato de las mascotas -si no se iguala en muchos casos-, pero no se pone el foco en el mundo rural, en las dehesas y las fincas de sierra, que están viendo cómo se les da sistemáticamente la espalda respecto a un problema que ya se ha vuelto crónico.
El pasado año la ganadería de Castillejo de Huebra quiso dejar claro que los ataques se producen sobre animales que están vivos mediante un mensaje muy duro en sus redes sociales: «El buitre, al privársele de los cadáveres que ahora se retiran todos, ha pasado de carroñero a depredador: vacas pariendo, becerros recién nacidos…y ellos no tienen un controlador natural. Los hay a cientos» explica la propia ganadería.
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