CAMPO BRAVO

‘Cobradiezmos’ cumple 11 años: ¿Cuánto puede vivir un toro de lidia?


sábado 17 diciembre, 2022

El toro "Cobradiezmos" de Victorino Martín vive con total plenitud disfrutando anualmente de un hato importante de hembras

Cobradiezmos
Cobradiezmos, en la ganadería de Victorino Martín cubriendo vacas. © YouTube

A lo largo de los últimos lustros, el nivel alcanzado por las ganaderías de bravo ha rayado -en muchos casos- la excelencia con encierros de alta nota en multitud de ferias. La búsqueda de esa bravura enclasada ha llevado a muchos hierros de mitad de fila a subir varios escalones y tener entrada en un numero importante de ferias. La vida son ciclos, por lo tanto hay momentos mejores y peores, viéndose ahí se ve la verdadera mano del ganadero para reconducir la nave.

Siempre se ha dicho que no hay ganadería sin ganadero y que dividir las divisas entre toristas o toreristas es un error de bulto. Estigmatizar un hierro por su procedencia es algo que ha llevado al señalamiento de determinadas ganaderías por tener unas características u otras en su comportamiento.

Los hierros deben adaptarse a las exigencias pero sin perder su seña de identidad; hay que buscar la bravura, evidentemente, pero esa que vaya de la mano de la toreabilidad. La línea es muy delgada entre la nobleza y la mansedumbre o entre la casta y el genio, de ahí que el mérito que tienen los ganaderos a la hora de seleccionar dicha bravura.

Esa bravura que tuvo Cobradiezmos, toro que indultó Manuel Escribano en la Feria de Abril de Sevilla en 2016. Este astado acaba de cumplir 11 años y ha dado ya toros notables en la casa como los lidiados por Antonio Ferrera en Olivenza y Sevilla en 2022. Un semental que está trasmitiendo en sus crías aquello que demostró en la plaza; humillación, acometividad, emoción, transmisión, clase, nobleza…eso que llamamos bravura.

Cobradiezmos sigue viviendo como un rey en el campo, allí estará hasta que muera de viejo, se ganó ser el animal más importante de la casa y seguir los pasos de Belador, astado indultado por Ortega Cano en Las Ventas. Un toro que sigue cubriendo sin problemas su hato de vacas animal, con el paso e los años su harén bajará de número, llegando a prácticamente no cubrir vacas en los últimos años de su vida. Pura cuestión de edad.

Hay ganaderías que por su volumen de animales van rotando a los sementales para no estancar la ganadería con toros demasiado mayores y así rejuvenecer su hierro cada año con astados que se adapten al toro de hoy en día, y sobre todo al que puede venir mañana. Sin embargo, otras apuestan por seguir marcando los caracteres que le dan a sus animales e ir poco a poco combinando juventud y veteranía. Es caso de Cobradiezmos es especial, ya que fue un toro que marcó aquello que se estaba pidiendo en una plaza de toros, por lo tanto su bravura no ha quedado obsoleta.

Un toro de lidia puede vivir entre 15 y 17 años, veinte a lo sumo. Cobradiezmos ya tiene 11, y que tenga larga vida…