Dicen que unos las firman y otros las torean. El toreo está lleno de tardes que cambiaron en un instante debido al percance de un compañero, ese que nunca nadie quiere que pase, pero que se da con mayor frecuencia de lo que creemos. Hoy les traemos el caso del matador Álvaro de la Calle, quien tras el tremendo percance sufrido por Emilio de Justo tuvo que hacerse cargo de la lidia de cinco toros el pasado Domingo de Ramos en Las Ventas.
Cuando salió el primero de la tarde con el hierro de Pallarés nada hacía presagiar que la tarde cambiaría en un suspiro, ese que pasó de afrontilarse con la espada de matar, a dar de bruces contra el suelo tras echarse el toro a Emilio de Justo a los lomos. Fueron instantes, segundo, de una gran angustia que acabaron con el extremeño en la enfermería con un serio parte médico. En ese momento Álvaro de la Calle se tuvo que hacer dueño de la situación y encarar una tarde que le podía cambiar la vida.
El salmantino solventó la tarde con dignidad ante toros de diferente condición, destacando su faena a ‘Duplicado’ uno de los toros del año en Madrid. No cortó orejas, pero si dejó la sensación de ser un torero que puede tener su sitio en la temporada. Tras esa tarde, Álvaro soñaba con repetir tras la tarde del pasado mes de abril en Madrid, pero el premio únicamente llegó en Arlés. Vinieron tardes de sobresaliente, pero no aquello que él creía que se había ganado.
Álvaro de la Calle: «Sonó el teléfono, pero no todo lo que debía sonar»
Hace unos días estuvo en el programa Espacio Toro, programa dirigido por David Casas, para resumir su temporada. Los compañeros de Radio 5 querían conocer sus sensaciones, sus expectativas de cara a un 2023 donde el sueño aún no ha desaparecido. La preparación está siendo fuerte, la ilusión sigue intacta, pero aún queda dentro de su corazón ese vacío de no haber podido volver a esa plaza donde dignificó su profesión y en la cual no se le dio la oportunidad de poder tener dos toros para consolidar aquello que empezó en pasado Domingo de Ramos.
«¿Ha sonado el teléfono? le preguntaba David Casas a Álvaro de la Calle: «Sonó, pero no todo lo que debía sonar», comentaba el espada salmantino. «Sinceramente, esperaba que se acordaran de mí más allá de ir de sobresaliente, pero bueno, así está esto».
Pasaban las fechas y veía como la oportunidad que soñaba no aparecía hasta que sonó el teléfono, como no, en Francia: «Tanto la comisión de Arlés como Juan Bautista me hicieron un hueco en su Feria, tarde en la que aproveché la oportunidad cortando una oreja a un toro de Yonnet y con una faena importante a un toro de Escolar. Espero que para el año que viene me sirva. Soy consciente que no iba a torear con las figuras, pero creo que un poco más sí era de recibo».
Ahora toca seguir entrenando, el campo es fundamental para no perder el sitio delante de la cara de los animales, 2023 espera, Madrid aún sigue siendo su objetivo número 1: «Estoy preparado para torear en San Isidro; si me llaman ahí estaré. Me veo bien, ojalá me den una oportunidad Estoy mentalizado de que si viene esa tarde de San Isidro sería una recompensa de no haber estado este año. Al final no tuve cabida en Madrid, pero este año pienso que no estaría de más incluirme una tarde en el abono».
Tras Madrid surgió la oportunidad de Pamplona, pero una serie de factores no hicieron posible que el salmantino entrara en la cartelería: «La Casa de Misericordia me dijo que me quería poner, pero que me querían haber visto en una sustitución en San Isidro, y como no me habían visto y luego se dio la circunstancia que Antonio Ferrera se encerraba con Miura, me incluyeron como sobresaliente. Pero su intención era incluirme en la Feria de Pamplona. Pero las circunstancias mandan».