El campo bravo es uno de esos grandes desconocidos por la mayoría de la sociedad y adentrarse en sus cercados supone una experiencia única. La vida en total libertad le hace, al toro bravo, ser de los animales con mayor calidad de vida. El toro bravo es el centro de todo en la dehesa: es el ojo derecho de un ganadero que, durante años, se ha desvivido por él. En el campo, él es el indiscutible rey, como lo es león en la sabana o el tigre en la selva.
Hace pocos días este medio narraba la historia de un toro de la ganadería francesa de San Sebastián, un animal que se arrancó hacia un dron sin ni siquiera avisar. Son reacciones del toro bravo, un animal con nobleza en el campo pero el cual tiene comportamientos imprevisibles. Hoy el caso es bien distinto, y por tanto el resultado. Nos vamos de tierras francesa a salmantinas, concretamente a la divisa de Valdefresno, santo y seña del campo bravo español. dron cae en medio de los toros de Valdefresno
Así cayó el dron entre los toros de Valdefresno
Se estaba ejercitando un grupo de toros, animales destinados a ser lidiados este año en la plaza, y todo iba bien hasta que, tras un tiempo de carreras, los animales entraron en un corral junto al caserío. El dron bajó desde las alturas para mirar cara a cara a los toros que allí se encontraban, pero en un momento determinado el aparato volador chocó contra un muro y cayó al suelo. Pese a lo que podríamos pensar en un primer momento, y más conociendo la historia antes contada, los animales no hicieron por el aparato. Lo observaron, curioseaban a su alrededor, pero no lo embistieron.
Pese a poder pensar que la caída del aparato iba a imposibilitar cualquier tipo de grabación, no fue así. Captamos la mirada, el aliento del toro bravo, su comportamiento y sus reacciones. Esta vez el toro no quiso quitarse de encima aquello que sentía extraño, sino todo lo contrario: quería adivinar qué era.
Los de Valdefresno son toros de una imponente lámina, seriedad en sus caras y remate en su cuerpo; astados para cualquier plaza de primera. Durante unos minutos, las cámaras de Toristas de Francia fueron testigos de cómo se comporta un animal cuando cree que no es observado, algo increíble.
