El primer gran nombre de la temporada en Madrid es el de Víctor Hernández, novillero adscrito a la Escuela Taurina de Guadalajara y natural de la localidad madrileña de Santos de la Humosa. Dos orejas de un novillo de Los Chospes y Puerta Grande.
«Lo viví como un sueño que se hace realidad, como un objetivo que aunque uno no lo reconozca, siempre está dentro de uno, cada vez que se torea en Las Ventas. Si lo pienso con calma, aún no me lo creo. Pero por otro lado, sólo pienso en seguir igual. En no mirar hacia lo hecho en Madrid sino en lo que me pudo faltar por hacer. Lo difícil arranca ahora, cuando lleguen más contratos y más oportunidades», recuerda el novillero quien no oculta que se siente: «Feliz por lograr algo tan difícil. Sabe a gloria un triunfo así en Madrid».
«Fueron distintas pero en las dos puse todo de mi parte por triunfar”, sostiene sobre sus dos actuaciones frente al lote de Los Chospes. «Dieron muchas opciones los dos novillos y a los dos les pude torear como lo siento. Además, tuve la fortuna de sentir el cariño de Madrid, de los aficionados que metieron dentro de todo lo que iba realizando y eso lo siento como un agradecimiento y a la vez un privilegio«, radiografía.
De aquí hacia adelante, se abrirán caminos y la carrera cambiará. «No me preocupa ahora mismo otra cosa que no sea continuar exactamente igual que como hasta ahora. No he logrado nada, la Puerta Grande de Madrid es un paso, un escalón, un toque de atención, pero ahora no vale quedarse mirando hacia atrás, sino hacia adelante. Mi mente piensa en futuro, en continuar aprendiendo, mejorando, evolucionando y poco a poco seguirán llegando satisfacciones como las de ayer en Madrid», añade Víctor Hernández.
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