David Galván es uno de esos torero que el aficionado espera, pese a cumplir el pasado 28 de febrero 10 años de alternativa es un espada que aún tiene cosas por decir. Siempre con una sonrisa en la boca no desfallece ante las piedras que se encuentra en el camino. Ahora de la mano de Ruíz Palomares intenta remontar una carrera en la que aún no ha podido dar un golpe sobre la mesa en las plazas de primer orden. Torero con muchos partidarios, que busca seguir profundizando en un concepto del toreo que encaja a la perfección con el del aficionado.
Hablamos en Cultoro con un diestro que se ha curtido a base cornadas y momentos amargos. Se dice que el banquillo te hace más fuerte. Galván es de esos toreros que no vuelve la cara ante las adversidades, se prepara cada año como si tuviera firmadas 50 tardes. Este año se presenta muy ilusionante para un espada que ni mucho menos está acabado, Cuenta con la baza de su tierra, de los pueblos que conforman la zona del campo de Gibraltar, pero le falta dar ese golpe que le vuelva a abrir las puertas. Algeciras, la Línea, San Fernando, Los Barrios o incluso El Puerto de Santa María deberían contar con un torero al que aún no le pasó su tren.
David, entiendo que este 2022, año en el que cumples diez años de alternativa el objetivo más inmediato es poder volver a Madrid.
Así es, Madrid siempre está en la cabeza pero más si cabe en este año tan especial para mi. Es la plaza que siempre es un punto de inflexión para los toreros, estoy ilusionado y con mucha fe de que llegue ese momento. Creo que aún no me han visto en plenitud, ojalá este año un toro se deslice y pueda sacar todo lo que llevo dentro.
Tu ultimo paseíllo en Madrid fue otra de esas tardes en las que el triunfo fue imposible por todos los elementos que rodearon a esa tarde
Regresé a Madrid tras el percance en 2019 con una corrida de toros de Valdefresno, con Joaquín Galdós y Juan Ortega, que se paró y no dio muchas opciones. Además, hacía viento y frío, todo se puso a la contra y así es imposible que te puedan juzgar.
Si miramos hacia atrás vemos que eres un torero que ha triunfado en muchas plazas pero que cuando llegaba una tarde clave no salían las cosas. Ahí la cabeza juega un papel fundamental, no hay que dejar hueco a la frustración.
No soy hombre de poner excusas, todo lo contrario, pero bien es verdad que he tenido una trayectoria en la que han venido percances a destiempo, y esa fractura de la cabeza del radio me vino justo en el peor momento, en la primera corrida de San Isidro, con toda la temporada por delante… y eso me paró en seco. La recuperación fue bastante lenta, porque los huesos tienen su tiempo. Y tras ello, la reaparición fue muy bien, siendo el triunfador de la Feria de Algeciras. Y en la vuelta a Madrid no hubo opciones.
Dejamos el pasado para mirar al futuro. Un 2022 muy ilusionarte en el que la preparación estará siendo intensa. Pulir esos defectos y potenciar virtudes es esencial para encarar una temporada crucial para tu carrera.
En todo momento me he sentido vivo e ilusionado. La etapa de la pandemia me sirvió mucho para una introspección: ahondé mucho en mi toreo y en mi forma de ver la profesión, sin la vorágine de estar constantemente toreando. Ese parón brusco me sirvió para ver las cosas desde otra perspectiva. A partir de ahí, soy una persona constante y disciplinada. No he parado de ir al campo, siempre he estado con la ilusión al frente. El año pasado toreé dos corridas televisadas y este año se plantea una temporada con oportunidades que son las que necesito.
La temporada la tienes como quien dices a la vuelta de la esquina. Será en Francia el próximo Domingo de Resurrección en una localidad tan taurina como Aignan, ahí tienes la primera oportunidad de dar un golpe sobre la mesa.
Es una corrida de Pages-Mailhan. Torear un Domingo de Resurrección me ha hecho siempre mucha ilusión, y más en Francia. La verdad que es una cita muy importante, bonita y en una fecha muy buena, ya que es a principio de temporada. Me hace especial ilusión.
Tras esa corrida en Francia supongo que el objetivo es entrar en Madrid. Sabemos que eres un hombre de mirar al corto y no al largo plazo, pero la profesión irá por dentro.
Hay que ir paso a paso. Me lo tomo después de estos momentos de parón, más en el día a día si cabe. Si tengo esto ahora, estoy concentrado y metido en llegar lo mejor posible a esto. Cuando salga San Isidro estaré igual de concentrado. El toro no entiende de escenarios, sino que sale y hay que estar dispuesto a enseñarle.
No quiero cerrar la entrevista sin hablar de tu nuevo apoderado, una etapa junto a Ruíz Palomares que entiendo que la tomarás con gran ilusión, y que sin duda puede ayudarte a seguir creciendo.
Los datos de su vida taurina están ahí. Estoy ilusionado con esta nueva etapa y con el equipo que se conforma en el apoderamiento, y con muchas ganas de dar resultados para seguir creciendo y colocarme paso a paso y en el lugar en el que ambiciono estar.