SUSTITUCIONES

La desgracia de unos, la justicia de otros: ¿Ureña para Sevilla y Perera para Madrid?


martes 12 abril, 2022

La desgraciada lesión de Emilio de Justo deja a las empresas de Sevilla y Madrid en bandeja la opción de hacer justicia con los ausentes en los dos ciclos

Perera Y Ureña En Hombros

Es lamentable el momento de trabajar en la búsqueda de sustituciones, pero el mundo del toro tiene eso; la desgracia de unos puede ser la suerte de otros y, en ocasiones, hasta la justicia de todos. Vaya por delante que lo suyo es que Emilio de Justo estuviera sano como una rosa y pudiese afrontar todos sus compromisos, pero como es seguro que no va a poder ser así, Sevilla y Madrid deben hacer buena aquélla frase que popularizó Fredie Mercury refiriéndose a su propia muerte: The show must go on (el espectáculo debe continuar).

Y hay dos toreros especialmente con los que una y otra plaza han sido poco justos. A Paco Ureña ni siquiera lo llamó una empresa se Sevilla que se empeñó en mantenella y no enmendalla una vez que dejó fuera al murciano de las combinaciones abrileñas. A Miguel Ángel Perera, por su parte, la empresa de Madrid le ofreció lo que quedaba y no demostró cintura para negociar -que suele tratarse de ceder un poco para ganar otro poco-. La respuesta del extremeño -señorial, eso sí- fue anunciar que no estaría en la primera feria del mundo por decisión propia, huyendo de todo victimismo con el cuajo de la figura que es.

Pues bien. Dice el célebre aforismo tan manejado por los toreros que unos las firman y otros las torean. Sobre todo cuando son ferias tan largas que se celebran a la vez que otras muchas de carácter más breve. Y no nos extrañaría que a estas horas estuvieran hablando Ramón Valencia y Juan Diego -apoderado de Paco Ureña- para cerrar la sustitución de Emilio de Justo en el Baratillo, donde estaba anunciado dos tardes: el 30 de abril y el 5 de mayo.

Paco Urena Sevilla Dos Orejas

Conociendo al mentor del murciano, aceptará la oferta del 5 de mayo, cuando hará el paseíllo en La Maestranza con Diego Urdiales y Cayetano para lidiar un encierro de Hermanos García Jiménez. Sin embargo, muy rápido debería ser el avión que trajera a Paco de vuelta a España para que pudiese estar el 29 de abril en Aguascalientes y llegar a torear en Sevilla el 30. De modo que esa fecha -entendemos- queda descartada para el murciano.

Algo parecido ocurre en Madrid, donde las dos ganaderías que tenía Miguel Ángel Perera en sus planes, Victoriano del Río y El Parralejo, y las fechas las dejas libres -desgraciadamente- la lesión de Emilio de Justo. Por eso ahora se le presenta a la empresa la posibilidad real de modificar los carteles casi sin modificar la estructura de la feria. Perera sería un recambio extraordinario para la corrida del día 15 de mayo, para lidiar el encierro de El Parralejo junto a Curro Díaz y Ginés Marín. Y también lo sería para recomponer el cartel del 27 de mayo, donde la de Victoriano del Río se queda, en este momento, con Urdiales y Talavante. Para esta dama ambos-Ureña y Perera- son buenos novios, porque Ureña no querá torear antes de su encerrona y Perera sí tiene una después para engrosar el cartel más importante de la feria: Beneficencia.

Perera Madrid En Hombros 1

La otra tarde que queda libre es esa, la Beneficencia, el 1 de junio, cuya presencia puede ser tan clara para Perera como para Ureña, que es el último triunfador de la feria -la de 2019, cuando cortó cinco orejas nada más-. El extremeño es, como se ha repetido hasta la extenuación, el toreo en activo con más puertas grandes en Madrid. Y de lo contrario no existen tantas opciones para sustituir ese día al lesionado De Justo. A no ser que la empresa se plantee echar dos toros de rejones y mitigar el expolio a Diego Ventura, que sería una solución bastante acertada a la hora de mirar por el aficionado.

Eso sí: en cualquiera de los casos de los toreros mencionados, lo lógico sería que los errores de la empresa tuviesen ahora que pagarlos en metálico. Como cuando tuvo que llamar al Juli para sustituir después de que el madrileño dijese que no al bombo. El garrotazo puede ser de proporciones bíblicas…