MADRID

El palco niega a Daniel Barbero una oreja de ley y José Rojo esquiva el ‘cornadón’ tras una sobrecogedora cogida por el pecho


domingo 3 abril, 2022

Carlos Olsina tuvo una tarde gris, José Rojo sufrió una espeluznante cogida por el pecho en el segundo y salió a lidiar el segundo de su lote y Daniel Barbero dio una vuelta al ruedo con el sexto.

Daniel Barbero (1)

Celebraba la plaza de toros de Las Ventas, este domingo, la segunda novillada de su temporada, un festejo en el que Carlos Olsina, José Rojo y Daniel Barbero trenzaban el paseíllo frente a un encierro del hierro salmantino de Sánchez Herrero. A las seis arrancaba la función, que contaba con 5.275 personas en los tendidos.

A Carlos Olsina le cuesta afianzarse con el desclasado sobrero que abrió la tarde

Carlos Olsina 1 1

Le costó afianzarse al francés, Carlos Olsina, con el desclasado sobrero que lidió en primer turno (el titular, devuelto, no se sostenía en pie). Los violentos derrotes que soltó el castaño en el saludo capotero no hacían presagiar nada bueno. Sin embargo, el novillo regalo un puñado de buenas embestidas en el inicio de muleta, que Olsina condujo con tanta incredulidad como buen oficio. Y razones tuvo para no confiarse, pues «Rodillero» no volvería a acudir más con esa entrega y recorrido. A partir de ese momento se volvió andarín, midió y protestó cada envite. El francés quiso tirar de firmeza, tanto en los toques, como en sus plantas y el trazo, pero reconducir aquello era una labor imposible. Unas tibias palmas reconocieron su esfuerzo tras un buen volapié.

El segundo novillo propina una violentísima cogida a José Rojo

Jose Rojo 1 1

No se definió pronto el segundo, que en su andar suelto se llevó por delante a Juan Gómez Carpio sin más consecuencias visibles que el susto, el primero de los dos que se llevó, pues en banderillas los pitones del novillo le saludaron el cristo de la corbata. No obstante, en el quite vistoso Barbero por chicuelinas, las embestidas tuvieron más franqueza e intención. Pero era el debutante, José Rojo, el que tenía que domeñar el cañonazo en la muleta en el que se convertía cada embestida, por violenta y explosiva. Además, el viento, inclemente, lo hizo todo más difícil, pero la decisión del cacereño terminó imponiéndose en un par de seres cortas pero mandonas, tras las que el novillo cruzó el ruedo al galope para refugiarse en tablas. Allí le busco Rojo, con convicción, y le sometió en un puñado de muletazos autoritarios y emotivos. El novillero, entregado durante toda la faena, cambio la estocada por una violentisima cogida, con el pitón del novillo enganchándole por el pecho y manteniéndolo en el aire unos segundos angustiosos. Quiso levantarse el novillero pero se desvaneció un instante y fue trasladado a la enfermería. Olsina intentó descabellar sin éxito al novillo y cayeron los tres avisos. Por fortuna, tan sólo tenía un puntazo corrido milagrosamente, por lo que pudo salir a lidiar su segundo novillo.

El protestón tercero imposibilita el lucimiento de Barbero

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Al tendido 7 se fue Daniel Barbero para recibir al tercero por dos largas cambiadas de rodillas y un puñado de alegres verónicas ganando terreno hacia los medios. De rodillas también inició su trasteo con la muleta, pero recuperó la vertical para intentar las desclasadas en vestidas de un novillo que lo protestó todo con violencia, imposibilitando el temple y la labor del abulense, que pinchó una vez antes de agarrar una estocada algo contraria y escuchar silencio tras un aviso.

Gris obra de Olsina ante el cuarto, ante el que resulta silenciado tras dos avisos

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Aunque también soltó la cara, el cuarto más alegría en el capote de Carlos Olsina. Sin embargo, la excelente lidia Rafael Viotti limó aristas en la embestida de un novillo que llegó a la muleta más ahormado, pero necesitado de un firme temple que supiese potenciar aquello. Algo que no ocurrió del todo, pues el francés intercaló algún muletazo bueno, con otros trompicados y desacompasados, que impidieron que la faena tomara vuelo. Además, sólo consiguió meter tres cuartos de una espada caída y atravesada, que necesitó varios golpes de descabello (en el segundo intento perdió el acero, que voló con peligro a la barrera del 5). Dos avisos y silencio fue el balance de su labor.

José Rojo sale a por todas en el quinto pero se estrella contra un novillo que se guardaba todo

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A por todas salió José Rojo, que regreso de la enfermería con un puntazo corrido en tórax, otro puntazo en la mandíbula y múltiples contusiones, para echarse de rodillas y recibir al quinto, un toro en sus hechuras, con una larga cambiada en el tercio. Ya en el último tercio, a media altura y siempre con el cuerpo del novillero en la mira, embistió el de Sánchez Herrero, guardándose el poder para cuando hiciera presa, pero Rojo anduvo listo, primero para obligar y desviar cuando el viaje le comprometía y, después, para cerrar cualquier ventana que diera ventaja al novillo. Unas arriesgadas y ceñidas manoletinas, jaleadas por el público, precedieron una estocada casi entera y dos descabellos, que dejaron su esfuerzo en una ovación tras aviso.

Daniel Barbero da una vuelta en el sexto

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Hubo que esperar hasta el sexto para ver un novillo embestir por derecho, con fijeza, ritmo y recorrido, y aunque no se definió en los primeros tercios, llegó a la muleta con el aplomo suficiente para permitir a Barbero mostrar su toreo. Un par de series de derechazos encajados y profundos barruntaban lo que podría ser un triunfo rotundo, pero poco a poco todo se fue diluyendo cuando la inercia desapareció y había que provocar la embestida con el pulso necesario para mantenerla motivada hasta el final. Una espada entera provocó una petición que no alcanzó la mayoría para convertirse en premio, pero que le valió una vuelta al ruedo.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Novillada con picadores. 5.275 personas en los tendidos.

Novillos de Sánchez Herrero, el primero como bis. Bien presentados, pero de juego complicado, deslucido y brindaron escasas opciones a la terna, excepto el buen sexto.

Carlos Olsina, palmas, silencio tras tres avisos en el que estoqueó por Rojo y silencio tras dos avisos.

José Rojo, herido y ovación tras aviso.

Daniel Barbero, silencio tras aviso y vuelta al ruedo.

FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO

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