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Daniel Barbero, de ‘vuelta’ a Madrid: «Estoy contento de mi tarde, aunque no del trato del palco»


jueves 7 abril, 2022

Daniel Barbero dio una vuelta al ruedo tras negarle la presidencia la oreja del sexto novillo el pasado domingo en la plaza de toros de Las Ventas.

Daniel Barbero
Daniel Barbero. © Luis Sánchez Olmedo

Daniel Barbero causó impacto en la segunda novillada de la temporada en Las Ventas el pasado domingo. El palco le negó una oreja del sexto astado, evitando así un triunfo que pidió el tendido y que quedó en una vuelta al ruedo tras lidiar al sexto ejemplar de Sánchez Herrero.

Fue un animal con fijeza, ritmo y recorrido, y aunque no se definió en los primeros tercios, llegó a la muleta con el aplomo suficiente para permitir a Barbero mostrar su toreo. Un par de series de derechazos encajados y profundos barruntaban lo que podría ser un triunfo rotundo, y una espada entera provocó la petición, pero el palco no otorgó el premio.

«Vi que era un novillo con mucha clase. Se acabó muy pronto, porque estaba justo de fuerza, pero tuvo una gran clase. Se dejó pegar dos o tres tandas por el lado derecho, aunque le faltó un punto de empuje», señala en palabras a Cultoro el joven abulense. «La sensación ha sido buena. Sí que es verdad que uno va a otra cosa, pero estoy contento de mi paso por Madrid», expone Barbero.

La tarde, en líneas generales, la vivió «con mucho frío y viento; el desarme que se hizo en el segundo novillo cuando se fue vivo tras la cogida de Rojo se subsanó luego», expone.

El primer novillo de Daniel Barbero

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Antes, al tendido 7 se fue Daniel Barbero para recibir al tercero por dos largas cambiadas de rodillas y un puñado de alegres verónicas ganando terreno hacia los medios. De rodillas también inició su trasteo con la muleta, pero recuperó la vertical para intentar las desclasadas embestidas de un novillo que lo protestó todo con violencia, imposibilitando el temple y la labor del abulense, que pinchó una vez antes de agarrar una estocada algo contraria y escuchar silencio tras un aviso.

«De salida, fue un animal fácil para pegarle lances con el capote porque se deslizaba y te dejaba colocarte y poder torearlo. En la muleta se vino a menos, soltando la cara y no quería pasar del segundo muletazo. Entre eso y el viento, me fue muy complicado poder limpiar los muletazos. Tuve que acortar la faena y entrar a matar», expone el joven.

El resultado final de la tarde

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Sobre con qué se queda de la tarde, señala que «con el inicio de primer toro, el quite al segundo y dos tandas del segundo novillo de mi lote, además de la respuesta del público, que lo vi muy bueno y receptivo en los dos novillos».