DESDE EL SUR

Paco Ureña, solo ante el destino: ¿Qué se juega el sábado en Madrid?


martes 17 mayo, 2022

Pese a todos esos vaivenes sí hay una cosa segura, Las Ventas -su plaza- será justa con Paco Ureña. Esta afición tiene memoria y a buen seguro arropará a un torero que estará solo ante el destino para jugarse no lo que lleva en las alforjas, que es mucho, sino una temporada que se le ha puesto muy cuesta arriba y no precisamente por su culpa.

Paco Ureña
Paco Ureña. © Luis Sánchez Olmedo

Este lunes hablábamos de lo cíclico que es el toreo, de los distintos tipos de tauromaquias que hay en el escalafón así como los gustos de públicos y aficionados. Ese escalafón que pasó en 2019 de 145 matadores de toros a 137 en 2021. Un número de toreros que gustos a parte buscan el poder expresarse toreando delante de la cara del animal. Año tras año las figuras se reparten el pastel del número de corridas, algo lógico por lo ganado durante todos estos años. Ese número de corridas que también suman los toreros emergentes y los asentados en la parte noble del escalafón. El resto luchan por meter la cabeza y solucionar su futuro a medio y corto plazo. Ese futuro que pareció perder Paco Ureña con un gravísimo percance en Albacete en su feria taurina de 2018.

El torero murciano padecía la rotura del globo ocular izquierdo tras sufrir un pitonazo muy fuerte en el ojo izquierdo cuando recibía de capote al cuarto toro de la tarde. Tras el percance tuvo que cortar una temporada en la que ya había dado varios golpes en plazas como Sevilla, Madrid o Valencia.

Volvió en 2019 para escribir su historia con letras de oro. Oreja en Valencia, sin suerte en Sevilla y cuatro orejas en tres tardes en un extraordinario San Isidro -dos de ellas a un toro de Victoriano del Río-. Pero ahí no quedaría la cosa, Bilbao caería rendida a sus pies con una tarde de cuatro orejas. Madrid con una oreja en otoño y Zaragoza con dos en el Pilar dejaban extraordinariamente colocado a Ureña para un 2020 que debería ser crucial para su carrera.

Pero llegó la pandemia y con ella un bajón considerable en el número de festejos. Tres corridas en 2021 y 15 en 2022 fueron el bagaje de un torero al que no le habían dado en los despachos lo que se había ganado en el ruedo. El toreo es grandeza, pero muchas roza la ingratitud y la injusticia, más si cabe con un torero que había sido el máximo triunfador de un 2019 espectacular. La memoria en el toreo es muy corta y muchas veces no por falta de memoria.

Pero tras dos años muy duros de pandemia parecía que 2022 iba a traer nuevos aires, pero ni por esas, como diría Julio Iglesias ‘La vida sigue igual’. Un año que está siendo muy complicado para un torero que no está recibiendo un trato acorde con sus logros como torero. Fuera de Olivenza, Valencia, Castellón, Arles… y entrando a última hora y por la vía de la sustitución en Sevilla, ¡qué cosas tiene el toreo!

Y tampoco ahí no quedó la cosa: Madrid iba cerrando sus carteles y el máximo triunfador de 2019 con cinco orejas en cuatro tardes no aparecía ni en las quinielas. Visto el panorama y sintiendo que también podía ser ninguneado en su plaza se echó el petate a la espalda y afrontó con hombría la única bala que le quedaba, seis toros en Madrid, ¡menudo trago!.

Cuando el invierno primaveral que tuvimos este año aún estaba presente, nuestro director soltó un artículo lleno de verdade: «Paco Ureña se ha retirado«. «El torero murciano Paco Ureña ha abandonado los ruedos. Por más que lo busca uno por las plazas que han sido escenarios de sus grandes triunfos -y épicas gestas- nadie es capaz de encontrar su nombre. Ni siquiera escondido entre la maleza en la que se ubica a la masa«. Unos párrafos que narraban verdades como puños sobre un torero que nunca había dado de lado a su profesión pero que se veía impotente ante tanto olvido empresarial.

No le quedó otra a Paco Ureña que mirarse de frente al espejo y tirar hacia adelante. Tenía una única bala para salir en volandas o cerrar el chiringuito, pero conociendo a Ureña no se va a dejar ganar la pelea. Pase lo que pase el sábado el seguirá fiel a una filosofía, a una forma de ver el toreo y la vida. Su mirada limpia denota seguridad en si mismo, no guarda rencor dentro de su cuerpo, sabe que se ha sido injusto con su persona, pero tampoco vale de nada tener gatos en la barriga y estar todo el día rumiando. Tiene seis toros de seis ganaderías en las que cualquiera de ellos puede llevar el triunfo dentro, es consciente de ello, igual que de su toreo, ese al que nunca ha sido infiel.

Pese a todo ello las dudas existen, Madrid pesa, sabe que es una apuesta arriesgada, pero no va de farol. Quizás en otra situación el planteamiento de su San Iisdro 2022 hubiera sido distinto pensarán algunos, otros dirán que no le dieron otra opción. Al menos le dejaron escoger los toros dirán otros, ¡qué menos!, piensa este que les escribe. Si ya no le dejan ni eso es para hacérselo mirar. Vuelve por tanto a Madrid un torero que paseó cinco orejas en cuatro peseíllos de 2019, ese toreo que tocó el cielo de Madrid no hace tanto. Pese a todos esos vaivenes si hay una cosa segura, Las Ventas -su plaza- será justa con el torero murciano, esta afición tiene memoria y a buen seguro arropará a un torero que estará solo ante el destino para jugarse; no lo que lleva en las alforjas, que es mucho, si no una temporada que se le ha puesto muy cuesta arriba y no precisamente por su culpa.