La afición taurina conoce ese halo de misterio que desprende José Tomás, un torero que decidió que iba a seguir el camino del hermetismo para así darle un toque diferencial a su carrera. Es un espada que, pese a lo poco que se está prodigando en las plazas, cada vez que hace el paseíllo provoca una expectación fuera de lo común.
Ese es el caso de sus -por el momento- únicas corridas anunciadas: estas serán en Jaén el 12 de junio y Alicante el 7 de agosto. Dos festejos en los que no tendrá a ningún compañero a su lado y en los que lidiará cuatro y no seis toros como se suele hacer normalmente. Para la primera de esas citas, los astados serán de Juan Pedro Domecq, Victoriano del Río y Álvaro Núñez, mientras que para su segunda tarde poco o nada se sabe del ganado.
Pero si algo tiene José Tomás es que valora y cuida a todos aquellos que están junto a él, ya sea en la plaza o en el campo. El torero madrileño, por tanto, mira por ellos y reconoce su trabajo, por eso los emolumentos de su cuadrilla no están supeditados solamente a los mínimos que marca el convenio, sino que el diestro de Galapagar tradicionalmente les ha ofrecido un sueldo mayor, concretamente el doble. Pero eso no ocurre solamente en la plaza, sino también cuando toca hacer campo: allí también los valora de igual manera y les paga religiosamente, según han manifestado algunos de los actuantes en pasadas temporadas con José Tomás y ha podido conocer este medio.
La dura preparación en el campo de José Tomás
El diestro de Galapagar es un torero que afronta los tentaderos como si fueran un festejo; su preparación la hace a conciencia y cuando se encuentra cercana una fecha no tiene problema en lidiar dos, tres o seis toros. Y no hablamos de algo puntual, sino que José Tomás afronta ese tentadero previo como si fuera la corrida que va a estoquear, vistiéndose de luces y haciendo todo lo que luego se deberá realizar en la plaza. Picadores, banderilleros… todo para que sea lo más real posible.
Por el momento las entradas para dentro de poco más de dos semanas en Jaén ya están agotadas; la afición le espera tras una pandemia en la que no se le ha visto. Ahora vuelve por dos días -por el momento- para afrontar dos compromisos en los que la competencia será consigo mismo. En el aire queda si habrá más tardes.