LA CRÓNICA DE SAN ISIDRO

En Castilla también hay canela en rama


viernes 27 mayo, 2022

Téllez vuelve a calar en Madrid por su concepto en tarde sin historia de Urdiales y Talavante con deslucidos lotes de Victoriano del Río

Téllez Puerta Grande

En Castilla también hay canela en rama y hoy, un torero de Mora de Toledo que se dejó el alma por naturales con la de Araúz de Robles vino a demostrar que quiere ser torero grande y honrar a los suyos. Porque llegó de blanco y plata Ángel Téllez y se fue de grana y azabache de tanto que se entregó a una tarde con una finca tras ella. Y honró a una tierra que, por el momento, se ha llevado la Feria: de la Talavera de Rufo al Torrijos de Alarcón pasando por la Jaén toledana que es Mora. Y la pequeña Galia que no se canta, porque cuida esta provincia a los suyos como nadie y los pone a funcionar cuando están… y cuando no. Por eso es grande.

Hoy Téllez vino a demostrar que una sustitución aún es pulmón que da vida a la Fiesta. Impávido ya se quedó en la primera arrancada a su proposición por chicuelinas y le aguantó y tragó ante el tercero. Ya entró en Madrid. Lo siguió haciendo bien el toro en el capote de Juan Navazo, y eso lo vio en un inicio de obra en el que alargó el viaje del animal. Le dio tiempos y eso fue clave para que rompiese un toro al que llevó, por el derecho, largo y embebido. Y ese punto más que le alargaba cada viaje fue clave para llegar arriba. La voltereta llegó en el instante ecuánime para terminar de romper al tendido. Y la izquierda, la de Araúz, pero ahora ya con uno de Victoriano casi apagado. Canela fina algunos por bajo, en los que encontró el toreo más castellano, en los que llevó a cabo por momentos lo que tantas noches había soñado. Eterno fue el desdén de final de faena, para paladear de verdad durante mucho tiempo. La espada cayó un punto baja y tardó en caer el animal, pero la plaza pidió en su mayoría un trofeo concedido.

Dos largas varas se llevó el sexto de Toros de Cortés, que se mostró remiso a entrar al capote de Ángel Téllez y luego hizo hilo a los de plata. Y de nuevo puso a Madrid en silencio cuando se echó el capote a la espalda, porque le echó arrestos a cada uno de los lances y bemoles a un tercero que fue canela de valor en la rama de la conexión con el tendido. Enorme el toledano. Y se volcó Alcalá en el brindis al tendido tras el que atemperó y embarcó con su trazo con verdad enamoraron a Madrid por la derecha. Y llegó la zurda, y el dinero brotó en un concepto de toreo subterráneo que fue el que le ofreció a la calidad ya atemperada del de Victoriano. Ese es el toreo. Y el sublime final de obra, entregando el corazón en cada acción, soñando cada desdén y llevando al cielo de Madrid cada proposición… hasta que un pinchazo hondo previo a la estocada de tardo efecto parecía que iba a truncar todo, pero el palco otorgó la oreja.

Llegaba la vuelta de Talavante como si un oasis en medio de un desierto dentro del gran planeta de los toros se tratase. La laureó en redes el propio diestro y se desinfló igual que llegó. Se le quiso arrancar emotivo el segundo, un Vampirito bien hecho y con 578 kilos, al caballo de Miguel Ángel Muñoz tras no decir nada en el capote de Talavante. Se fue a terrenos del 6 a hacerle la faena Talavante, dejando un inicio de faena rodilla en tierra con sabor y ahí se quedó la obra. Aprovechó lo que tenía a diestras el animal en la primera serie, tirando de un tranco a menos del de Victoriano. Pero no hubo más. Tampoco frente al deslucido quinto llegó el toreo.

Tiene Urdiales la mala suerte de los lotes últimamente: ni las dos tardes en Sevilla ni Madrid han ofrecido opciones al riojano. Hizo lo que pudo en el segundo ante un animal sin vida ni clase al que además pinchó. Tampoco el cuarto se prestó.

La tarde fue para Toledo. Canela en rama para La Mancha. Gloria para Mora y el concepto de Castilla.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Décima novena de abono de la Feria de San Isidro. Corrida de toros. No hay billetes.

Toros de Victoriano del Río, con presencia y cuajo. Muy justo de fuerzas y de embestida desclasada la del primero; a menos el deslucido tranco del segundo, que se acabó en la primera serie; de clase aunque tarda de arrancada la embestida del buen tercero; también falto de entrega y a menos el cuarto; inválido y muy a menos el adolecido quinto; con calidad entregada la del buen sexto.

Diego Urdiales (botella y azabache): silencio y silencio.

Alejandro Talavante (gris perla y oro): palmas y silencio.

Ángel Téllez (blanco y plata): oreja y oreja tras aviso.

FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO

Fotogaleria Madrid 27 5 2022
Pincha en la foto para acceder a la galería completa © Luis Sánchez Olmedo