NIMES

¿Qué medalla llevaba Pablo Aguado en Nimes en la previa de Pentecostés?


viernes 10 junio, 2022

Aguado, pese a su enorme vinculación, no estuvo presente en la Aldea del Rocío y sí en Nimes por Pentecostés. Le separaban casi 1500 kilómetros de la Virgen del Rocío, esa que que pese a la distancia llevó más presente que nunca.

Medalla
La medalla de Pablo Aguado. © Muriel Haaz

La tauromaquia es un fenómeno rico en variados aspectos y elementos que configuran su identidad. De ellos, el factor religioso, se convierte en un fuerte marcador identitario, siendo una de las expresiones, que con mayor fuerza se manifiesta públicamente. La religión y el toreo siempre han ido de la mano en este arte que tanto sabe de miedos, soledades y esperanzas.

La corrida de toros propiamente dicha se desarrolla conforme con una serie de ceremoniales estrictamente sujetos a norma, lo cual sugiere que en su origen hay un rito religioso. El toreo está muy cerca de la religión, nace del espíritu. El torero es torero por espíritu y el que no es torero y siente el toreo, también. De ahí que el toreo y la religión están estrechamente ligados.

El pasado domingo toreaba el sevillano Pablo Aguado en la plaza de toros de Nimes junto a José Antonio Morante de la Puebla y Juan Ortega una corrida de Jandilla. Un festejo que traía consigo una historia muy especial. El sevillano tiene una vinculación muy fuerte con la hermandad de El Rocío de Triana, sin ir más lejos su padre fue hermano mayor de dicha hermandad. Su devoción a la Virgen del Rocío es algo que no ha escondido nunca el sevillano, de ahí que quisiera tenerla cerca un día tan especial.

Pero pese a la discreción con la que Aguado se toma todas estas cosas todo salió a la luz en el patio de cuadrillas del Coliseo Romano de Nimes. Nuestra compañera Muriel Haaz captaba con su objetivo una imagen que se hizo viral en redes y destapó esta bonita historia. Del cuello del sevillano colgaba la medalla de su hermandad, la cual caía por encima del chalequillo pero se ocultaba tras la chaquetilla grana y azabache que vestía el sevillano ese día.

Desconocemos si el sevillano toreó aquel día con la medalla dentro del chalequillo o se la quitó antes de salir al ruedo en una tarde en la que no tuvo suerte con dos toros de muy distinta condición. Se fue de vacío por tanto el sevillano en una tarde de poco lucimiento. Aguado pese a su enorme vinculación no estuvo presente en la Aldea del Rocío y si en Nimes pos Pentecostés. Le separaban casi 1500 kilómetros de la Virgen del Rocío, esa que que pese a la distancia llevó más presente que nunca.