El pasado San Isidro, la vida del joven diestro toledano Ángel Téllez cambiaba radicalmente. El de Mora pasaba de ser un torero con una única corrida de toros en el serial a convertirse en el máximo triunfador de la feria. La vuelta al ruedo dada con la corrida de Araúz de Robles le daba la posibilidad de anunciarse con la de Victoriano del Río en sustitución de Emilio de Justo.
Una oreja le cortaría a cada toro de su lote en una tarde que le posibilitó salir en hombros camino de la calle Alcalá. Pese al triunfo, ha mantenido los pies en el suelo, y pese a los cantos de sirena, ha seguido por el camino marcado hasta ahora. Tras pasar por Madrid, las llamadas han caído en cascada: las empresas buscaban su nombre para cerrar carteles. Plazas como Valencia lo han conseguido, mientras que otras como Pamplona tendrán que esperar a 2023.
Este medio se ha puesto en contacto con el joven en una entrevista que será publicada en las próximas horas y le ha preguntado quién dirigirá su carrera a partir de ahora, a lo que ha sido claro y rotundo contestando: «Ahora mismo todo sigue como hasta ahora. Al final, cuando no había nada, costaba que los empresarios nos atendiesen y era mi tío Fernando (Téllez, subalterno) y un muy buen amigo mío, Fernando Peña, quienes estaban ahí, quienes estaban empeñando en que toreasen. Ahora nos están llamando y ofreciendo cosas buenas y creo que deben ser ellos los que sigan ahí. Tengo el convencimiento de que estoy en buenas manos, por lo que por el momento seguirán siendo los que dirijan mi carrera», señalaba Ángel Téllez en palabras a este medio en la citada entrevista, que será publicada de forma amplia próximamente.
Un torero que pese a ese triunfo en Madrid sigue haciendo vida normal. Sus entrenamientos no cambian, su mentalidad tampoco. Sabe que lo difícil no es llegar y es consciente que lo complicado es mantenerse, arrear todos los días y triunfar en las plazas claves. Nombres como los de Téllez o Rufo son el futuro de una tauromaquia que buscaba que esos diestros que estuvieran listos y macerados para que cuando las figuras decidieran ceder el testigo estuvieran preparadas.
«Mi día a día y mi mentalidad sigue siendo la misma. Yo soy muy consciente de lo que tengo que hacer, de lo que tengo que seguir haciendo a partir de ahora. Ahora estoy donde siempre he soñado estar, pero mi día a día sigue siendo el mismo y el mismo ritmo, mi misma rutina. A mí me gusta vivir en torero, me gusta entrenar, llevar a cabo mi preparación. Mi vida no ha cambiado nada» nos comentaba Téllez en la citada entrevista.
Ahora toca seguir pisando el acelerador, saber que no se ha conseguido nada, buscar esa regularidad que te hace estar en las ferias año tras año. Ángel lo tiene muy claro, sabe que su futuro depende de su espada y su muleta, de lo preparado que esté, de esa capacidad de pensar delante de la cara de los animales. Una nueva hornada de toreros llega para quedarse, ahora toca seguir dando motivos para que cuenten con ellos.
