CURIOSIDADES

El detalle ‘maldito’ contra el que tuvo que lidiar Morante en Manzanares: le tocó un toro ‘Bailaor’ y también era burriciego


lunes 18 julio, 2022

La plaza de toros de Manzanares, que pasó a la historia de la tauromaquia por ser el escenario de la cornada mortal que le propinó el toro 'Granadino' a Ignacio Sánchez Mejías el 11 de agosto de 1934, vio el pasado sábado cómo Morante debía lidiar un toro de nombre 'Bailaor', como también se llamaba el astado que acabó con la vida de Joselito el Gallo, cuñado del polifacético diestro fallecido en el ruedo manchego.

Morante Manzanares
Morante, en Manzanares. © Iván Rodríguez Morollón

«Bailaor», o «Bailador», ha pasado a la historia como el toro que acabó con la vida de Joselito el Gallo, el rey de los toreros. Perteneciente a la ganadería de la Viuda de Ortega, este astado se lidió en la trágica tarde de l4 de mayo de 1920 en quinto lugar en la plaza de toros de Talavera de la Reina. Hijo de «Canastillo» y de la vaca «Bailaora», tenía el pelo negro. 102 años después, Morante pechó el pasado sábado 16 de julio con un toro de ese mismo nombre que salió el pasado sábado por chiqueros, algo que no nos debe sorprender; lo que sí da que pensar es que también fuera burriciego.

Se da la circunstancia de que el cartel, además, tenía también un tinte especial, puesto que significaba la vuelta de José Antonio a la plaza de toros de Manzanares, lugar emblemático en el que también perdió la vida en el verano de 1934 Ignacio Sánchez Mejías, cuñado de Joselito el Gallo.

En esta ocasión, el toro formaba parte de la ganadería de Castillejo de Huebra, y en la tarde Morante de la Puebla concedió la alternativa al novillero daimieleño Carlos Aranda. Completó el cartel Juan Ortega, que a la postre dejó el gran aroma del festejo al pasear cuatro premios y dejar una tarde de poso.

‘Bailaor’, nombre ‘maldito’ en la historia del toreo

La ganadería de doña Josefa Corrochano, conocida popularmente como Viuda de Ortega, pastaba en el término municipal de Talavera de la Reina. Bailaor‘ es uno de esos nombres malditos, como Avispado, Barbudo o Burlero, pero que con el paso del tiempo ha vuelto a salir a un ruedo. Así narraba Ignacio Rubio en la crónica de este medio cómo fue el animal: «El cuarto fue un manso de libro. Fue abanto y costó tanto llevarlo al caballo que tuvo que picarlo en la puerta. No sirvió el de Castillejo de Huebra como sus anteriores hermanos. Morante probó cuatro veces y a la quinta lo despachó de un espadazo feo. Escuchó división de opiniones».

En su primero, el diestro de La Puebla paseó una oreja en una faena en la que, si bien el animal fue incierto en los primeros compases, el cigarrero apostó por él y sonsacó momentos de mucho temple, especialmente por el lado derecho. Se le pidió un segundo premio no concedido por la presidencia.

Una corrida en la que Morante se siguió dejando televisar en abierto

Morante
Morante, en Burgos. © Emilio Méndez

La del pasado sábado 16 de julio en Manzanares fue una corrida en la que Morante se siguió dejando televisar en abierto. 2. Si el pasado mes de junio el diestro cigarrero accedía a que las cámaras de Telemadrid y CMMedia emitieran la tradicional corrida de Asprona de Albacete, ahora lo volvió a hacer en esta plaza histórica para el toreo. Morante llegaba a Manzanares tras su paso por dos puertos de montaña como Pamplona y Valencia.