Antonio Ferrera, José Garrido y Leo Valadez trenzaban el paseíllo, este sábado, con una corrida de Santiago Domecq en la penúltima de las Corridas Generales de Bilbao.
Un templado Ferrera da una vuelta al ruedo con el buen primero
Aplaudido de salida fue el primero, serio por delante, que salió suelto en el capote de Antonio Ferrera. Tras el el tercio de varas, quitó José Garrido por tres verónicas y una media. Buena fue la lidia de Antonio Chacón, llevando al animal por abajo y dándole el tiempo necesario. Pronto y repetidor fue en la muleta el de Santiago Domecq, al que quiso llevar Antonio Ferrera por abajo, primero en dos grandes tandas por el derecho y después por el izquierdo, por donde llegaron naturales muy templados. Le redujo las distancias en el final de faena el extremeño para hilvanar una gran tanda por el pitón derecho, con el toro ya más venido a menos. Se tiró encima para dejar un grandísimo estoconazo arriba, tirándole el animal un pitonazo seco del que se dolió Ferrera.
José Garrido pincha una gran faena al segundo
Serio por delante fue el segundo, que empujó con fuerza en el caballo en los dos puyazos que recibió. Pese a que le faltaba prontitud, metía la cara con buen aire el de Santiago Domecq en la muleta de José Garrido, que siempre quiso torearlo hasta el final. Se fue acoplando con él y le firmó las series dándole los muletazos uno a uno, con mucha expresión y llevándolo hasta el final. Emborronó su buen hacer con la espada, cobrando dos pinchazos con los que perdió la opción de trofeo.
Valadez, oreja de ley con el bravísimo tercero, al que Matías niega la vuelta al ruedo de manera incomprensible
El tercero ya demostró una gran calidad en los capotes, embistiendo de categoría en el percal de Leo Valadez, que en esta ocasión no colocó las banderillas. En la franela, se arrancaba galopando y de largo Cotorrito, que embestía de manera excepcional sobre todo por el pitón izquierdo, persiguiendo las telas con mucha profundidad. Pudo de esta manera Valadez hilvanar series muy largas por la extraordinaria fijeza del toro por ambos pitones, uno de los animales más bravos de la feria. Se acopló especialmente en la serie final y cerró con unas manoletinas de rodillas para terminar de convencer al Botxo. Lo mató de una gran estocada, como se merecía el bravo animal.
Ferrera, silenciado con el incierto cuarto
El cuarto embestía sobre las manos, aunque le faltó compás y ritmo en la franela de Ferrera, que quiso ordenar las desigualdades del toro, que también perdía las manos en casi todas las series, desluciendo el trasteo. Se fue aplomando el animal, con cambios de ritmo en los embroques y evolucionando hacia un estilo más busco. Se quedó corto con el paso de la faena y lo intentó Ferrera por ambos pitones, aunque sin éxito. Le metió la mano con facilidad en una faena en la que no pudo alcanzar mayores cotas. Silencio.
Garrido completa una tarde de madurez en el Botxo con una faena templada al quinto
Garrido toreó con aplomo y entidad al quinto, un animal de buena condición que se fue apagando durante la faena de muleta. Gallardía del Garrido que le toreó con exquisita templanza y con ligazón. Hubo muletazos de excelente factura. Saludó una ovación de reconocimiento. Tarde de madurez de Garrido en Bilbao.
Leo Valadez, valiente a carta cabal con el sexto
Valiente a carta cabal Leo Valadez frente al sexto, un toro lidiado como sobrero que se quedaba muy corto y dio opciones. Arriesgó y expuso el mexicano que puso el terreno al toro con firmeza y atacó recto con la espada.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Vista Alegre, Bilbao. Penúltima de las Corridas Generales. Corrida de toros. Un cuarto de entrada en tarde calurosa.
Toros de Santiago Domecq, de buena condición, con prontitud y motor pero venido a menos el primero, metía la cara con buen aire aunque le faltaba ritmo al segundo, extraordinario fue el tercero, por su galope, humillación, fijeza y bravura, al que Matías denegó la vuelta al ruedo, muy incierto el cuarto, venido a menos el quinto, y con pocas opciones el sexto.
Antonio Ferrera, vuelta al ruedo tras petición y silencio.
José Garrido, ovación en ambos.
Leo Valadez, oreja y palmas.
FOTOGALERÍA: JOKIN NIÑO
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