El novillero colombiano Leandro Gutiérrez sufrió, en la tarde de este domingo 28 de agosto, una terrorífica cornada en la localidad madrileña de Cerceda a pesar de la cual siguió toreando al novillo que le tocó en suerte e incluso le cortó las dos orejas: «Le extrajeron una lentejuela del intestino», ha señalado su apoderado, Alberto Aguilar, en declaraciones a la redacción de Cultoro. En el festejo, se lidió una seria novillada de Aurelio Hernando y Hermanos González Rodríguez en la que, a pesar de todo, Gutiérrez salió a hombros.
«El novillero ya está bien, muy animado y fenomenal. Ya se ha levantado de la cama y está empezando a caminar, muy despacio, pero andando», señala Aguilar a este medio. «El novillo no era fácil, era muy serio, con dos puntas muy finas, y Leandro estaba pisando terrenos comprometidos; se echó la muleta a la mano izquierda y el animal se le vino al cuerpo directamente», señala sobre cómo ocurrió el percance de Leandro Gutiérrez.
Alberto Aguilar, sobre Leandro Gutiérrez tras la voltereta: «No sangró en ningún momento; luego le dijo al médico que le dolía la tripa»
«Le dio la voltereta, no sangró en ningún momento y pensábamos que era el porrazo tan fuerte que le había dado. Hizo el esfuerzo, le dio tres tandas por la derecha, le cortó dos orejas… y tras salir a hombros, se nos acercó el médico y él le dijo que le dolía la tripa», sigue explicando Aguilar.
Pasaron a la enfermería y, cuando le quitaron el vestido de torear porque creían que no llevaba nada, vieron que tenía una cornada en la zona de la ingle: «La empezaron a operar y, según lo desnudamos, el dedo se perdía hacia adentro; entonces, vimos un bulto a la derecha del ombligo aproximadamente, del tamaño de una pelota de golf en el que se quejaba mucho. Le limpiaron el orificio y se lo cosieron y lo mandaron al Hospital de Villalba a una ecografía urgente», sigue detallando el diestro retirado y ahora apoderado de Leandro Gutiérrez.
«Se encontraron con una lentejuela del vestido pegada al intestino»
«Nos dijeron que la cornada es envainada por debajo de la piel, hasta el estómago. Ese bulto es porque le ha roto el abdomen, que se la hizo con el pitón, y que eso hay que hacerle una prueba ecográfica. Al hacérsela, a los doctores no les gustaba lo que veían, porque vieron aire dentro de la barriga y lo metieron a quirófano sobre las 2:00 horas de la madrugada. Al abrirle para ver mejor lo que tenía ahí, se encontraron con una lentejuela del vestido pegada al intestino», narra aún impactado el torero.
Aguilar sigue detallando que «le subió el pitón por dentro de la piel hasta la barriga y le depositó en el intestino una lentejuela». No obstante, «le limpiaron todo; le volvieron a abrir el orificio de entrada y le operaron también esa zona». Ahora, tiene la ilusión de torear el día 3 de septiembre en el municipio madrileño de Navas del Rey una novillada de La Guadamilla y el día 5 en Arganda un encierro de Ana Romero.