Las ganaderías no solo viven del toro en la plaza, sino también tienen una salida económica en los festejos populares. La importancia de muchos de estos festejos en el desarrollo cultural de pueblos y regiones se hace patente en la declaración de varios de ellos como Fiestas de interés turístico autonómico, nacional e internacional.
Los festejos populares han tomado una gran importancia en varias zonas de nuestra piel de toro, concretamente todo el Levante español y el bajo Aragón son zonas donde este tipo de festejos tienen un gran arraigo. Uno de los orígenes de la tauromaquia son los juegos con toros, y este tipo de festejos no es ni más ni menos que la parte más ancestral, popular, pura y cercana al pueblo, y que pervive en nuestros días, incluso aumenta año tras año.
En este caso, el protagonista de esta entrada es un toro de Araúz de Robles de nombre ‘Giraldillo’, un imponente animal de pelo negro y grandes arboladuras que tendrá como destino las calles de Chilches (Castellón). Allí será expuesto este majestuoso animal para el disfrute de una afición que busca el toro de gran presencia y movilidad. Un pueblo situado en la comarca de la Plana Baja, que cuenta con 2679 habitantes, aumentando en sus fiestas de forma notable el número de personas en sus calles.
Sin duda la creciente afición en los festejos populares les ha dado a estos una importancia mayúscula a la zona del Levante. Castellón y Valencia son dos provincias en las cuales prácticamente todos los pueblos sueltan toros por las calles, llamados en la zona del Levante Bous al Carrer. En este sentido, se incluyen dentro de esta categoría la suelta de vaquillas, el toro embolado, los encierros, la exhibición de toros cerriles, el bou a la mar, el toro de cuerda, concursos de recortes…. fiestas alrededor del toro que ganan fuerza en los meses de verano pese a realizarse prácticamente durante todo el año fiestas patronales