VÍDEO

La genial forma de serenarse de Morante antes de una corrida


viernes 5 agosto, 2022

Este vídeo muestra la peculiar forma de serenarse de Morante de la Puebla, calmando así su tensión en el hotel antes de una tarde de compromiso.

Morante Corrida
Morante antes de la corrida. © Instagram

Se dice muchas veces que el toreo es misterio, una liturgia que casi la totalidad de los espadas cumplen a rajatabla. También es fe o devoción, aunque también tiene un poco de superstición. Aquel que no conoce el día a día de un torero puede tomarse todo esto a broma, creer que los toreros se agarran a ciertas cosas por miedo o inseguridades, pero no es así: el torero en esos momentos en los que se acerca la hora de la corrida lo vive de una forma especial.

Esas manías o supersticiones están a la orden del día. El color amarillo les cambia la cara, el sentarse en la cama les hace fruncir el ceño, muchos dejan las luces de la habitación encendida, y otros le rezan a santos y Vírgenes aun no siendo creyentes. Son momentos de tensión que cada torero los evade de una forma bien distinta. Unos buscan el silencio, que haya el menor número de gente posible en la habitación, otros sin embargo buscan todo lo contrario.

Toreros como Manuel Escribano, Román o Morante de la Puebla buscan estar rodeados de los suyos, hacer que esos minutos en los que toca vestirse el reloj corra rápido, que el miedo se vaya por la ventana y deje paso a la alegría. Otros por el contrario son más recogidos, les gusta el silencio, el pensar en la tarde que se les viene por delante. Son días en los que la responsabilidad es grande y la concentración es fundamental.

Luego viene el viaje en furgoneta: ahí nadie habla, no se escucha una voz por encima de otra, la tensión se puede cortar con un cuchillo. Una vez llegados a la plaza, los nervios están ahí, incluso en una entrevista el propio Julián López ‘El Juli’ comentaba que deseaba que se cayera el cielo y el festejo se suspendiera, el miedo en esos momentos atenaza. Una vez que rompe el paseíllo todo cambia, el semblante es otro y el miedo se queda a un lado.

Pero hay otros toreros -como comentamos antes- que buscan el estar arropados, el intentar camuflar ese miedo. Hace unos días en redes sociales corrió un vídeo de Morante de la Puebla en la habitación del hotel. Mientras se vestía escuchaba música en su habitación, dando unas ‘pataitas’ burlaba al miedo, sin duda una genial forma de serenarse antes de la corrida. Luego tras acabar de vestirse pondría camino a la plaza montado en una jardinera. Allí, pese a la tensión y la responsabilidad reinante, se afrontaba el camino de una forma diferente, más distendida, menos encorsetada.

La gran temporada de Morante

Morante
Morante en Pamplona. © Emilio Méndez

Una temporada que más allá de emular a Joselito ‘El Gallo’, Morante va a las raíces del toreo, acercando la tauromaquia y la presencia de las figuras a los pueblos. Esos pueblos en los que se está convirtiendo en un auténtico ídolo de masas un Morante de la Puebla que ya ha pasado por todo tipo de plazas, esas en las que se le ha visto dar un paso más en pro de una tauromaquia muchas veces lineal y encorsetada. 

Como ya comentó Morante de la Puebla en el Teatro Liceo de Salamanca con la Juventud Taurina charra, no existe ningún límite para esta temporada en el número de festejos contratados pese a que su intención es superar la centena: ‘Hasta que gripe el motor estaremos al pie de cañón’, confesó con humor el diestro sevillano hace unos meses con estos jóvenes aficionados.