Muchas veces el aficionado se pregunta cuánto cuesta montar un festejo de máxima categoría en una plaza de primer orden. Hace unos años, concretamente en 2013, Ramón Valencia sorprendía con las siguientes declaraciones: «El Domingo de Resurrección perdimos 96.000 euros a pesar de que en la taquilla luciera el cartel de No hay localidades«. Y ¿cómo puede ser posible?
Pues tiene que ver con el caché de toreros y ganaderos de primer orden, los cuales ascienden a cifras muy altas. Hace unos días hablábamos de los mínimos estipulados para los matadores de toros en una plaza de primera categoría según fuera del grupo A, B, C. Pero evidentemente en los carteles de mayor boato, donde las figuras están acarteladas y sus emolumentos suben de forma notable, llegando a superar los 100.000 euros en casos de toreros muy consolidados.
Tampoco hay que olvidar que en estos días suelen ir las ganaderías más prestigiosas, por lo que el caché de estas sube también sensiblemente al que pueden tener en otras fechas del calendario en esta plaza o en otras de similar categoría. Por lo tanto, si sumamos el caché de toreros y ganadero el coste para la empresa es altísimo.
Vox pópuli fue cómo una ganadería de primera fila cobró por la corrida de la Beneficencia de Madrid hace algo más de un lustro una cantidad que sobrepasó ampliamente los 100.000 euros. Sin duda unos costes altísimos para la empresa -también algunas otras corridas de hierros de primer orden de San Isidro llegan a esas cifras-, los cuales sumados a los tres espadas dan unas cantidades a tener muy en cuenta. Madrid cuenta con un respaldo de abonados importante, así como un aforo de casi 24.000 espectadores, por lo que lo recaudado en taquilla ayuda a afrontar esos pagos.
Nuestros compañeros de La Economía del Toro, en la temporada 2013, sacaban también a la luz unas declaraciones de Simón Casas a MidiLibre sobre el coste de una corrida de Miura: los costes ascendían a 84.000 euros. Hablamos, claro está, de un caché significativo, algo lógico si tenemos en cuenta que el regreso de los legendarios toros de Miura a San Isidro de ese año colgó el cartel de no hay localidades sin ninguna figura presente en éste.
Casas también comparaba el coste de la corrida de Miura con el desembolso ligado a una corrida de Garcigrande, divisa muy del gusto de las figuras del toreo. En el caso de la ganadería de Justo Hernández, los seis toros tuvieron un coste de 54.000 euros, algo que no quedaba muy lejos de la información dada por este medio días atrás en el que el coste de una corrida de toros en Madrid no debería bajar de los 50.000€/55.000€ para que el ganadero tuviera cierto margen de beneficio sobre dicha corrida.
Actualmente con la subida de las materias primas el animal debería subir de valor y no depreciarse, algo que se debe respetar por aquellos que organizan festejos taurinos. El coste de criar a un toro en este momento de nubarrones ha podido subir entre 1000-1500€; es decir, si un toro costaba criarlo unos 5000€ antes, ahora puede subir hasta los 6500€ aproximadamente.