El pasado miércoles la empresa Tauroemoción hacía oficiales en el día de de ayer los carteles de la próxima Feria de San Lucas de Jaén. Feria que tiene como principal atractivo una corrida de toros en el que están anunciados Morante de la Puebla, Alejandro Talavante y Emilio de Justo con astados de diferentes ganaderías y encastes.
La empresaTauromemoción, gestora del Coso de la Alameda, ha ideado una corrida de toros con seis hierros legendarios para celebrar el 60 aniversario de la plaza, que ya contó el pasado mes de junio con José Tomás en solitario, un festejo que colgó el ‘No hay localidades’ en apenas dos horas.
Uno de los nombres propios del cartel es el de un Alejandro Talavante que ha tenido una temporada de menos a más. Pese a cortar una oreja en su mano a mano con Ortega en San Isidro no acabó de asentarse definitivamente hasta bien avanzado el verano. Pese a dejar faenas de gran interés en plazas como Córdoba, Aranjuez o Nimes, le faltó regularidad.
Llegado agosto pareció encontrar ese punto que demandaba el aficionado pese seguir faltándole cierta regularidad. Plazas como El Puerto de Santa María o Bilbao disfrutaron de dos faenas que volvieron a sacar a relucir a ese Talavante que parecía perdido. Fueron faenas tan bellas como distintas, una a un toro de La Quinta (Santa Coloma) y otra a un animal de Domingo Hernández (Domecq).
Un torero que no ha tenido problema en anunciarse con hierros de varios encastes, La Quinta en Aranjuez y El Puerto de Santa María, Adolfo Martín en Madrid o Puerto de San Lorenzo en Bilbao, dentro de una temporada en la que se acarteló con diferentes hierros de la rama Domecq -en sus distintas variantes- como Jandilla, Victoriano del Río, Garcigrande, Domingo Hernández, Núñez del Cuvillo o Zalduendo.
Ahora en Jaén volverá a anunciarse con un hierro de la rama Santa Coloma-Buendía, será con el de Pallarés. Dicha ganadería parte de la divisa del recordado e inolvidable Joaquín Buendía que fue a parar a manos de su hija Pilar Buendía, mujer de José Benítez-Cubero. Los cueles hoy en día luchan por seguir manteniendo vivos ambos encastes, los cuales son santo y seña del campo bravo.
Este encaste fue de los más demandados por figuras del toreo como Carlos Arruza, Pepe Luis Vázquez, Luis Miguel Dominguín, César Girón o Paco Camino en sus años de esplendor, un tipo de toro que creara el Conde de Santa Coloma y que tras llegar a las manos de la familia Buendía consiguió asentarse definitivamente entre las ganaderías de mayor postín, creando un tipo de toro que ha sido referente para muchos aficionados.
La historia de Pallarés, el hierro con el que se anunciará Talavante
En la actualidad ganaderías tan importantes como La Quinta, Rehuelga, Flor de Jara o Pallarés emanan de la sangre que se diera forma en la emblemática finca Bucaré, finca madre de una ganadería que durante muchos años copó un lugar diferencial en las ferias. Una ganadería que tiene una hermosa historia detrás que podemos leer en la Real Academia de la Historia.
Desde su infancia, Joaquín Buendía Peña sintió interés por el mundo del campo y, de manera especial, hacia el oficio de ganadero, afición que heredó de su padre, Juan Buendía Reina, y de su padrino, Felipe Bartolomé, quienes compraron en 1921 la ganadería de Surga. De este modo comenzó a tener sus primeros contactos con el toro bravo en su hábitat natural. Juan Buendía y Felipe Bartolomé profundizaron en su labor como ganaderos de bravo y compraron, en 1932, el hierro y todas las reses de Enrique de Queralt y Maquieria, conde de Santa Coloma.
Esta ganadería procedía del cruce que el conde hizo en 1905 con reses de Eduardo Ibarra y parte de la ganadería de Antonio Rueda y Quintanilla, marqués de Saltillo, aunque la misma se hallaba diezmada, con problemas de saneamiento y sin el prestigio del que había disfrutado en otros tiempos. Con la ganadería pastando en la finca Bucaré, en el término municipal de Alcalá de Guadaira (Sevilla), José Buendía y Felipe Bartolomé decidieron dejar al joven Joaquín, que contaba con tan sólo veinticinco años, la responsabilidad de levantar este hierro mítico, algo que consiguió hasta su muerte en el 2002.
Se puede asegurar que Joaquín Buendía siguió con el método que siempre usó el conde de Santa Coloma consistente en dejar que padrearan en la ganadería tan sólo los machos del tronco de Saltillo, valiéndose de las vacas ibarreñas —junto a las ya cruzadas— como reproductoras o de vientre. Con ello, la vacada tomó una clara inclinación hacia la rama Saltillo.
Fruto de esta selección nacieron machos que padrearon como sementales y que reconstituyeron la ganadería, siendo de reseñar un toro de nombre Rivero, que vino dentro del lote, como añojo que aún estaba con su madre, cuando se compró la vacada al conde de Santa Coloma, que fue uno de los revulsivos para levantar la ganadería, ya que padreó durante diecisiete años. Otros sementales importantes fueron Lisito, Maloscascos, Olivero, Calesero o Pescador.
Sin duda la apuesta de Alejandro Talavante por esta línea de la rama Santa Coloma es ya más habitual de lo que parece; Jaén será la tercera plaza junto a Aranjuez y El Puerto que vea al genial torero extremeño lidiar un toro de esta rama eta temporada, un tipo de animal que casa perfectamente con el toreo de un espada que si apuesta por ellos es porque confía ciegamente en un tipo de ganadería que debe volver a las ferias.