INVIERNO

Así se prepara Talavante en Portugal ante un decisivo 2023 para el sino de su carrera: «Eres mi refugio y mi verdad»


martes 10 enero, 2023

Talavante está en busca de recuperar ese hilo conductor con unos tendidos que aún siguen esperando a un torero que, por todo lo realizado durante su carrera, se ha ganado el crédito de seguir aguardándole.

Talavante
Alejandro Talavante. © Pablo Ramos

Con el comienzo de la temporada de 2022 prácticamente todos los focos se ponían en un torero: un Alejandro Talavante que volvía a los ruedos tras varios años fuera de ellos. Bien es cierto que en 2021 reapareció en Arlés para su corrida Goyesca, pero la temporada venidera iba a servir para verlo en un mayor número de plazas. Alejandro condicionó su vuelta a Madrid, es decir, su reaparición en España se daría en la primera plaza del mundo, lo que le dejó fuera de ferias del calado de Olivenza, Arlés, Valencia, Castellón o Sevilla.

Con el paso del tiempo se vio que el extremeño tenía un problema, su inactividad había roto el hilo conductor entre su toreo y los tendidos. Sin duda era un problema que debía subsanar para reencontrarse con él mismo. Hubo chispazos fugaces durante el año, triunfos sonoros, pero no con la regularidad necesaria para que su temporada tomara vuelo. Pese a dejar faenas interesantes en Madrid -primera tarde-, Córdoba, Aranjuez, Pamplona, El Puerto de Santa María, Bilbao o Salamanca, Alejandro fue perdiendo la fe en sí mismo en un final de temporada cuesta abajo, ese que le llevó a escuchar tres avisos el 12 de octubre en Las Ventas.

Una vez cerrada la última página de la temporada debía pensar que era aquello que le estaba haciendo no ser él en la plaza. La teoría sé la sabia al dedillo, pero en la práctica todo se venía abajo. Muchas tardes se le vio frustrado, en ciertos momentos apático, no encontraba ese hilo conductor del que hablábamos antes. El campo ha sido su refugio, el lugar donde se ha vuelto a encontrar consigo mismo. Con el pasar de los días poco a poco ha vuelto a sentir el tacto de la embestida en sus manos, lleva el toreo dentro, pero había que dejarlo fluir.

Hace unos días visitó la casa de un buen amigo, un ganadero que acudió a él para darle un impulso a su ganadería. Se trataba de Álvaro Núñez, un ganadero genial que comenzó en Portugal un proyecto que tiene mucho de eso que Talavante busca, una embestida con talento. Durante una mañana de enero torero y ganadero se citaron en su coqueta finca portuguesa para seguir buscando aquello que ambos anhelan para saciar su afición, y surgió, no por arte de magia, sino por el trasfondo de una embestida con mágia y la sutilidad del toque de un torero que volvió a sonreír.

Dicen que hay toros que te cambian la temporada, el estado de ánimo, la forma de ver las cosas, y puede que esta becerra de Álvaro Núñez removiera algo por dentro a un Talavante que aún tiene crédito para seguir buscándose a sí mismo. Saboreó las enclasadas y rítmicas embestidas de una becerra que fue asentándose poco a poco debido a su justeza de fuerzas. Una faena imperfecta pero con el denominador común de la naturalidad, del dominio por la vía de la caricia.

El campo, como dijimos anteriormente, es el refugio de un torero que debe dar un paso más, olvidar los fantasmas que le atormentaron el pasado año y ser él. Ahora volverá a América, esa tierra que le cambió la vida cuando todos le daban por olvidado, un lugar donde se sueña el toreo, donde los tiempos no existen, ahí donde uno puede renacer de sus cenizas. Alejandro tiene la moneda, ojalá esa becerra de Álvaro Núñez le haya devuelto el sitio y la confianza que parecía haber perdido tiempo atrás.

 
 
 
 
 
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