El nacimiento de un animal bravo es siempre una alegría: una nueva vida se abre paso para seguir perpetuando una especie tan especial como grandiosa. Captar a una vaca dando a luz es algo complicado, ya que normalmente se esconden para no ser vistas. Incluso pueden llegar a parar el parto con el animal casi fuera si intuyen peligro tanto para ella como para el becerro que llevan dentro. Éstos son meses en los que los nacimientos están en plena ebullición y los becerros corretean por los cercados; la ganadería se llena nuevamente de vida.
Gracias a un vídeo publicado por Salvador de la Puerta, podemos ver los primeros momentos de vida de un animal bravo, instantes donde la madre da a luz y comienza un nuevo camino para ese miembro del hierro gaditano de Lagunajanda, una ganadería de sangre Salvador Domecq que cuidan con mimo todos los miembros de la familia. Ésta es una de las ganaderías más activas en redes sociales, la cual enseña como es el día a día de una explotación de bravo.
«Campo sabio y bueno que nos enseña que no hay existencia con sentido, si no respetas la vida, si no entiendes que solo cuando la das, que la recibes… quien no va con la vida, va con la muerte. Si apagas la luz solo encontrarás oscuridad en tu interior» escribía en su cuenta de Instagram el ganadero el pasado sábado. Un vídeo que se hizo viral en pocas horas por el contenido de éste. Por eso este medio quiso ponerse en contacto con uno de los ganaderos de la casa, en este caso con Antón de la Puerta, un gran conocedor de lo que se cuece en el campo bravo.
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Antón de la Puerta nos explica el nacimiento de un animal bravo
Tras ello, le quisimos preguntar por los primeros momentos de vida de un becerro bravo, ese en el que es fundamental que tome los calostros de la madre para sobrevivir: «El toro bravo es un animal extremadamente duro, se adapta rápidamente al medio, pero para que sobreviva en sus primeras horas de vida debe tomar los calostros de la madre, son fundamentales, de lo contrario puede llegar a morir».
En las imágenes vemos como una vez dado a luz la vaca arropa al animal y lo protege, aún sin poderse levantar, ya nota el cariño de su madre: «La vaca lo primero que hace es darle calor al animal, le limpia los orificios de líquido amniótico, sin duda quitándole los mocos se respira mejor. También le limpia la sangre que pudiera recubrirlo para confundir a futuros depredadores. Por último se come la placenta, las pares le decimos en el campo; esto es algo muy significativo, ya que si no se las comiera estaría rechazando al becerro».
Tras el parto se puede ver cómo la vaca le da unos golpes al becerro como para despertarlo, algo muy común en la naturaleza, pero que sorprende si desconoces este mundo: «Así es, la vaca le da unos pequeños golpecitos, no tiene que ver con pegarle ni nada perecido. Pasa lo mismo con los bebés cuando nacen, salvando las distancias, claro, con esto les ayudan a romper a vivir. La naturaleza es sabia».
Tras todo este proceso y con el animal vivo y coleando la vaca, duerme al becerro fruto de la toma de los calostros. Ahí estará hasta que su madre venga a despertarlo, es el momento indicado para que el vaquero o el mayoral le ponga el crotal identificativo, algo esencial para llevar el control diario de la ganadería. Un vídeo que no debería ser viral únicamente entre los taurinos, sino entre aquellos que dicen llamarse animalistas.
