En el campo bravo conviven numerosas ganaderías de encastes diferenciados, cada una con sus particularidades y en los que la mano del hombre los hace variar su rumbo hacia un lado u otro. La selección de los animales es básico para la evolución de las vacadas y los tentaderos son la prueba más dura de selección: ahí se ve hacia donde quiere llevar el ganadero a su ganadería.
Pero el campo bravo esconde secretos que muy pocas personas conocen, hierros alejados del foco de las grandes ferias que día tras día luchan por entrar en estos abonos. Con un trabajo lento pero seguro van caminando en este mundo tan difícil como es el de la ganadería. En la sombra, sin hacer ruido, van puliendo poco a poco los defectos y potenciando las virtudes para que cuando llegue la oportunidad sepan aprovecharla.
Ese es el caso de Julián Gómez Carpio, recortador, banderillero, empresario y ganadero, un hombre polifacético que desde hace unos años lleva hacia adelante los dos hierros de la casa en las cercanías del municipio madrileño de Fuentidueña de Tajo. Bellalucía; sangre Cuvillo y Laurentino Carrascosa y Cara Blanca de Carpio. 130 vacas, dos hierros y la ilusión de tener dos ganaderías con una seña de identidad bien definida. Un proyecto joven pero que sin duda ya le ha dado grandes satisfacciones.
Hoy nos centramos más en el segundo hierro de la casa, un tipo de toro que tiene la cara blanca, algo que le dota de una seña de identidad definida a la ganadería. Todo surgió por casualidad: del ganado adquirido con anterioridad nació un animal con la cara blanca; posteriormente, volvió a encontrarse con un astado similar. Jugando con la consanguinidad y con la suerte, Gómez Carpio encontró ese toro que le pondría a la ganadería en el lugar que buscaba. Al dar más del 70% de sus crías con la cara blanca, pudo crear este hierro y buscar un tipo de animal distinto.
Al dar ese porcentaje tan alto de animales con esta particularidad ahora busca otros rasgos que le hagan evolucionar. En un lote con vacas de El Freixo -puro Garcigrande y Daniel Ruíz– está ese semental que tanto ilusiona a su ganadero. Ya se ven becerros con la misma particularidad dentro del hato de vacas. ¿Y a qué se debe este accidente en el pelaje? Es un secreto que se guarda para sí el ganadero… que abrió su casa para el canal Mi Corazón es taurino con el siguiente reportaje.